El cambio climático representa uno de los desafíos más importantes a nivel mundial, afecta a todos los sectores de la economía y requiere acciones de entidades públicas y privadas. Por ello, la ABM trabaja en la capacitación y desarrollo de herramientas que permitan analizar los riesgos ambientales, climáticos y sociales desde el sector financiero.
El Banco de México incorporó por primera vez en 2019 un apartado respecto al riesgo ambiental en su reporte semestral sobre Estabilidad Financiera. En él destaca la importancia de la medición e incorporación del riesgo climático en las operaciones recurrentes de las instituciones del sistema financiero, así como en sus análisis de riesgos, toda vez que los riesgos ambientales pueden ser una fuente de riesgo financiero.
Para promover la incorporación de los riesgos climáticos en las operaciones recurrentes de las instituciones financieras, en diciembre de 2017 se creó la Red de Bancos Centrales y Supervisores para el Enverdecimiento del Sistema Financiero (NGFS por sus siglas en inglés). El NGFS tiene como objetivo apoyar a fortalecer la respuesta global para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y a mejorar el papel del sistema financiero para gestionar los riesgos y movilizar capital para inversiones verdes y bajas en carbono para el desarrollo sostenible.
El Banco de México es uno de los miembros fundadores, y la CNBV se adhirió como miembro en 2019.