Capítulo completo
Página 1
Página 2
Página 3
Página 4
Página 5
Página 6
Página 7
Página 8
Página 9
Página 10
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Capítulo completo
No queremos decir que no hay problema y que se ha recuperado automáticamente el poder adquisitivo de la población, pero al haberse retomado la senda de la generación de empleos, el futuro se torna diferente. En consecuencia, tienden a atenuarse los factores de riesgo potencial sobre la cartera vencida, lo que no es un hecho menor. Lamentablemente las pérdidas laborales no se limitan sólo a lo inmediato, sino que acumulan nuevas presiones en el mercado laboral, lo que implica que la brecha entre la creación de puestos de trabajo y las necesidades sociales se amplió.
Dado este entorno económico, permanece como un hecho sobresaliente la estabilidad inflacionaria. Por momentos se ha rebasado el objetivo propuesto por el Banco de México y existen presiones de diverso origen, pero no estamos en presencia de un desbordamiento inflacionario. La contribución de la estabilidad cambiaria (incluso con episodios de apreciación) ha sido invaluable, pues la mayor parte del tiempo nos encontramos en una paridad menor a la vigente en 2008 y 2009. Incluso la presencia de factores de incertidumbre, como lo acontecido con la pérdida de la calidad crediticia de Grecia, no ha provocado un incremento sustancial de la volatilidad cambiaria. Hasta el momento, la principal afectación se ha concentrado en el terreno bursátil, aunque no puede decirse que ya hayan sido eliminados los factores de inestabilidad.
Analizar cómo se ha reflejado este entorno en el desempeño de la Banca es el objetivo de los apartados siguientes. Veamos.
Captación: ajustada a las circunstancias
Durante la crisis, los ahorradores han mostrado una faceta eminentemente precavida. Hasta finales de 2008 la tendencia de la captación era francamente positiva. Los saldos de captación crecían en términos reales a razón de dos dígitos en tasa anual. Sin embargo, a partir de ahí hubo un cambio de tendencia, el cual queda claramente ilustrado en la Gráfica 4. Durante el año más reciente, mar’09-mar’10, incluso se registra una caída de 2.6%, lo cual deja el saldo ligeramente por debajo de los 2.4 billones de pesos al mes de marzo de 2010. El período de crisis obligó a los ahorradores a tomar decisiones importantes sobre el rumbo y composición de su ahorro.