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están autorizadas para ello, ya sea por la CNBV o por la SHCP (con el consecuente no reconocimiento de las obligaciones derivadas de los depósitos, la devolución de los mismos o la falta del seguro de los depósitos). Creímos importante incluir este tipo de señalamiento en el actual reporte por considerar que es de interés todo aquello relacionado con las funciones básicas de captación y financiamiento realizadas por la Banca.
Conclusiones
En su naturaleza la crisis actual es similar a las otras crisis que se gestaron en las últimas dos décadas en las economías emergentes. Un período de euforia económica, gasto excesivo, aumento generalizado del apalancamiento, combinado con una evaluación inadecuada de los riesgos. El resultado: desequilibrios económicos ante los cuales el mercado responde con la repentina depreciación de una gran variedad de activos.
En México la Banca ha sabido aislarse razonablemente de este entorno y si bien se encuentra sólida, no puede menospreciarse la situación del sistema financiero internacional, así como los efectos de la depresión económica en sus acreditados. Dadas las condiciones de la economía, veremos un 2009 con probables incrementos en la cartera vencida en todos los segmentos de crédito y como consecuencia, la necesidad de constituir mayores reservas crediticias, afectando los resultados de la Banca en general.
El deterioro del panorama económico marcó el desempeño de los mercados en México y en el mundo. La Banca no fue la excepción, pero a diferencia de otras ocasiones, en esta crisis se combinaron dos hechos inusuales para nuestra realidad: 1) la crisis vino de fuera y 2) la situación de fortaleza financiera en las instituciones financieras.
Económicamente el impacto ha sido profundo, el más intenso en la historia moderna y acaso no hayamos visto toda su magnitud. Sin embargo, se han logrado atenuar algunas de sus manifestaciones más negativas y, sin soslayar la importancia de los efectos producidos, no es un hecho menor que habiendo tenido una caída del PIB cercana al 10%, el empleo sólo haya retrocedido 4%.
Lamentablemente, otras opciones económicas que habrían representado una excelente aportación de empleo y estímulo económico -como la refinería, cuya ubicación está por aprobarse- no son una realidad. Refinerías construidas y operadas por el sector privado (que no se verían limitadas por escasos recursos públicos ni lastimarían la “soberanía”) contribuirían con grandes beneficios netos.
De cualquier manera, se ha puesto en evidencia la vulnerabilidad estructural de las finanzas públicas, factor que ha limitado la efectividad y alcance de las propias políticas públicas. Y puede decirse que actualmente ahí radica el principal riesgo de recrudecimiento de la crisis económica y se constituye en una de las mayores fuentes de debilidad para el crecimiento en el futuro, lo que sí es un factor muy desfavorable para el desempeño de la Banca.