Capítulo completo
Página 1
Página 2
Página 3
Página 4
Página 5
Página 6
Página 7
Página 8
Página 9
Página 10
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Página 11
Capítulo completo
Manteniendo principios básicos de prudencia en el otorgamiento del crédito, la Banca realiza una importante labor anti-cíclica y apoya el esfuerzo de las políticas públicas para contrarrestar los efectos de la crisis. Gracias a que la expansión del financiamiento no se ha frenado, su participación en el PIB se elevó por tercer año consecutivo (Gráfica 7). Al cierre de 2008, por ejemplo, se ubica en 14.6% y todo indica que durante 2009 esa proporción rebasará el 15%.
Esperamos que el actual episodio de freno al financiamiento sea una pausa temporal y siga consolidándose la reversión del retroceso que habíamos observado a lo largo de varios años, producto de la crisis de 1995. Sin embargo, este no es el único rasgo relevante. Todavía en 2002 la presencia de los créditos reestructurados representaba el 42% del saldo total de financiamiento (un lastre heredado por la crisis). Para 2009 esa proporción queda reducida al 2%. Esto implica que casi la totalidad del financiamiento actual es nuevo. Es decir, no solamente creció el saldo global, lo que ya es bueno, sino que se hizo con base en un crecimiento de mejor calidad, pues implica un flujo adicional de recursos y no solamente un efecto contable propiciado por el bajo nivel de años anteriores.
Por otro lado, llama la atención una percepción errónea en el sentido de que el crecimiento del crédito está fundamentalmente asociado al Consumo (principalmente tarjetas de crédito), lo cual no estaría mal si eso demandan los clientes y están en condiciones de pagarlo. Sin embargo, conviene señalar dos hechos importantes: 1) el principal componente del financiamiento no