1918. Durante la Revolución Mexicana, tras el incumplimiento por parte del gobierno del Préstamo Externo Consolidado de Oro, Pierpont se dedicó a buscar una solución a la crisis porque sentía una obligación especial hacia los titulares de bonos del préstamo tanto en México como en los Estados Unidos de América. En 1918, Thomas Lamont, un socio principal de J.P. Morgan, asumió el cargo de Presidente del Comité Internacional de Banqueros de México, el cual fue establecido con el objeto de reprogramar, en colaboración con el gobierno mexicano, la deuda externa.
1926. Durante los años entre la primera y la segunda guerra mundial, la firma J.P. Morgan, que para entonces se encontraba bajo el mando del hijo de Pierpont, Jack, mantuvo vínculos estrechos con cada uno de los gobiernos sucesivos de México. Dwight Morrow, un socio influyente de la firma, fue nombrado Embajador de los Estados Unidos en México en 1926.
1976. Después de la segunda guerra mundial, la firma continuó gestionando préstamos a varias empresas mexicanas. En 1976, Morgan gestionó un préstamo de US$1,200 millones al gobierno mexicano tras verse obligado este último a devaluar el peso por primera vez en 21 años.
1980. J.P. Morgan abre una oficina de representación en la Ciudad de México. Nuestros clientes incluyen el gobierno mexicano y sus dependencias, los bancos e instituciones financieras, así como muchas de las compañías más exitosas y de más rápido crecimiento del país.
1988. Bajo los auspicios del presidente de J.P. Morgan, Lewis T. Preston, la firma desarrolló un programa de importancia histórica que permitió al gobierno mexicano emitir bonos por valor de US$2,600 millones, denominados bonos Azteca o Morgan, a bancos acreedores, a cambio de deuda existente. Dicho programa constituyó la base de un modelo utilizado ampliamente en años posteriores para reestructurar la deuda de numerosos países en desarrollo.
1994. J.P. Morgan gestionó un préstamo sindicado por valor de US$700 millones para Petróleos Mexicanos, el cual representó el regreso de México, después de 12 años, al mercado bancario sindicado. Ésta fue sólo una de las operaciones notables que Morgan gestionó para clientes mexicanos, en el mismo año en que recibimos autorización del gobierno de México para establecer un grupo financiero. En el mes de noviembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público otorgó a J.P. Morgan la autorización para establecer un grupo financiero en México, con un banco y una casa de bolsa, mediante el cual se ofrecen servicios de banca de mayoreo, banca de inversión y acceso a mercados.
1995. J.P. Morgan asesoró al gobierno mexicano durante la crisis económica que se vivió después de la devaluación del peso, para que México tuviera nuevamente acceso a los mercados internacionales de capital, lo cual se logró en junio de 1995, solamente seis meses después de la devaluación del peso.