El 2007 representó un período de grandes desafíos para los mercados financieros internacionales debido a la alta volatilidad que generó el colapso del sector inmobiliario en Estados Unidos. La estrategia de la mesa de cambios se orientó a optimizar la relación riesgo - rendimiento de las posiciones operadas por cuenta propia, con un volumen de 7,512 millones de dólares que incluyen 159 millones de dólares del programa “Directo a México” de Banco de México.