Anuario Financierio de la Banca en México



   

pueden trabajar, pues se ven obligados a operar con niveles de liquidez cada vez más estrechos. Los proveedores saben que esto es solamente un sustituto imperfecto del financiamiento, pero no pueden rehusar otorgarlo porque en ello les van las ventas. Si bien ese tipo de crédito juega un papel importante, debe fungir como un complemento y no como sustituto del financiamiento de la banca. Dicho esto, volvamos la vista a otros aspectos también relevantes, esta vez referidos a la salud financiera de las instituciones.


CARTERA VENCIDA

El índice de morosidad mantiene una trayectoria descendente, y más aún, se aceleró su reducción recientemente. A los niveles en que se ubica ya en los últimos años, es cada vez más difícil que se registren reducciones adicionales, sobre todo si tomamos en cuenta el contexto de promoción de crédito expresamente manifestada por las instituciones. Ahora bien, aunque marginales, las reducciones que observamos son muy importantes, porque revelan esfuerzos de cautela y autogestión. Por ello, tiene mucho mérito haber reducido este indicador en la magnitud en que se logró durante 2003 y el primer semestre de 2004, ya que en los hechos disminuyó un tercio, pasando de 4.2 al primer semestre de 2003 a 2.99 en el mismo lapso de 2004 (gráfica 10).





RESERVAS PREVENTIVAS

Como un símbolo adicional de fortaleza financiera –que habla del grado de preparación para enfrentar el reto de la reactivación de crédito- la banca mantiene un nivel de cobertura de reservas que ya nos parecía alto en el anuario del año pasado, pero que ha rebasado todas las expectativas, al ubicarse por encima de 150% desde el tercer trimestre de 2003. De hecho, a partir de ahí se aceleró hasta llegar a 167% en el cuarto trimestre, subiendo aún más al primer semestre de 2004 (gráfica 11).
  Imprimir

Esta página



Capítulo completo
[ 19 páginas ]





Anterior  [ 12 ]  Siguiente
  inicio

Anterior  [ 12 ]  Siguiente