El objetivo financiero de toda empresa es conseguir en forma oportuna los recursos necesarios para cubrir sus necesidades, a partir de las fuentes más económicas y que mejor se adapten a la realidad específica de la empresa, en términos de plazo y de los activos a financiar.
La Banca convierte la masa de ahorros, normalmente de corto plazo y adversos al riesgo, en crédito para otros agentes económicos que requieren de recursos para apoyar su actividad económica.
Esta actividad de intermediación, está sujeta a leyes, regulaciones y políticas que son supervisadas, tanto por las autoridades como por la alta dirección de las instituciones, para garantizar la estabilidad de éstas y, en última instancia los recursos de sus clientes.
La oferta de crédito, se canaliza a los distintos mercados, por ejemplo:.
Al Sector Público: Gobierno Federal, Entidades Paraestatales, Gobiernos Estatales y Municipales y sus entidades.
Sector Privado: Personas Físicas, Empresas Pequeñas, Medianas y Grandes.
Las modalidades de crédito se clasifican de acuerdo al uso y destino del mismo, y pueden ser las siguientes:
A iniciativa del Consejo Coordinador Empresarial se constituyó el Comité de Mejores Prácticas Corporativas (Comité) quien emite este Código de Mejores Prácticas (Código) donde se establecen recomendaciones para un mejor gobierno corporativo de las sociedades mexicanas. Las recomendaciones del Código van encaminadas a definir principios que contribuyen a mejorar el funcionamiento del Consejo de Administración y a la revelación de información a los accionistas. De manera específica, las recomendaciones buscan: (i) que las sociedades amplíen la información relativa a su estructura administrativa y las funciones de sus órganos sociales; (ii) que las sociedades cuenten con mecanismos que procuren que su información financiera sea suficiente; (iii) que existan procesos que promuevan la participación y comunicación entre los consejeros; y (iv) que existan procesos que fomenten una adecuada revelación a los accionistas.
En la elaboración del Código, el Comité reconoció la realidad y necesidades de las sociedades mexicanas. Entre ellas, se tomó en cuenta la estructura accionaria de dichas sociedades, así como la importancia que pueden tener los accionistas en la administración de las mismas. Finalmente, es importante destacar que el Código puede aplicar a todas las sociedades mexicanas, ya sea para aquéllas cuyas acciones cotizan en bolsa (listadas) o para aquéllas que no, reconociendo que existen ciertos principios que solamente aplican a las primeras.
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