Mtra. Victoria Rodríguez Ceja, Gobernadora del Banco de México

Vamos a escuchar ahora las palabras de una mujer que se encuentra al frente del Banco de México, yo me imagino que todos los días son intensos y complejos con un cargo así, pero hoy seguramente las horas transcurrieron con especial complejidad. Será muy interesante escucharla.

Bienvenida y, por favor. Adelante, es la gobernadora del Banco de México, la maestra Victoria Rodríguez Ceja.

- VICTORIA RODRÍGUEZ CEJA: Muy buenas tardes a todas y todos.

Doctor Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público; licenciado Daniel Becker Feldman, presidente de la Asociación de Bancos de México; senadora Olga Sánchez Cordero, presidenta del Senado de la República; diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados; licenciada Evelyn Salgado Pineda, gobernadora del estado de Guerrero; distinguidos miembros del presídium; señoras y señores.

Es un gusto participar en esta 85 Convención Bancaria, la cual tiene como tema central “Una banca incluyente en la era digital y los retos del cambio climático”. En el banco central estamos convencidos de que una amplia y estricta transparencia y rendición de cuentas, así como la comunicación continua con los diversos sectores de la economía contribuyen a mejorar la eficacia de nuestras acciones y fortalece nuestra credibilidad ante la sociedad.

Por eso agradezco la invitación de la Asociación de Bancos de México, pues esta intervención constituye un espacio privilegiado para el diálogo público entre los principales actores del sector financiero y las autoridades.

Este encuentro se lleva a cabo en el marco de un escenario geopolítico y económico singularmente complejo e incierto, que incluye los efectos económicos de la pandemia, el desarrollo de una guerra en Europa oriental, así como inusitadas presiones inflacionarias globales.

En esta intervención abordaré el entorno internacional, su efecto sobre los precios de México y las acciones que ha adoptado el banco central para alcanzar su objetivo prioritario que es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.

Elaboraré, asimismo, sobre los temas específicos de esta Convención, en particular, la oportunidad que representan los avances tecnológicos para alcanzar un sistema financiero más incluyente y los desafíos que implica el cambio climático.

El mundo y en particular los bancos centrales, nos encontramos inmersos en una coyuntura no vista en cerca de cuatro décadas.

Las cifras de inflación de la mayoría de las economías se encuentran en niveles no registrados desde la década de los ’80.

Esto es resultado de un conjunto de choques provocados tanto directamente por la emergencia sanitaria, como por los efectos de una mayor demanda ante las políticas de estímulo para amortiguar el efecto de la pandemia en los países avanzados, y más recientemente por los causados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

La pandemia ha representado un reto inédito para la economía mundial.

Los gobiernos de prácticamente todos los países se vieron en la necesidad de tomar medidas extraordinarias con el fin de proteger la salud pública y mitigar el impacto sobre la producción y el empleo.

La estrategia de vacunación ha contribuido a la atenuación de la pandemia y a que la actividad económica regrese gradualmente a la normalidad.

Sin embargo, todavía está por verse en qué medida la emergencia sanitaria ha provocado afectaciones de mediano y largo plazo en distintos sectores de la economía que pudieran encontrar algunos retos para volver a las condiciones de normalidad previas.

Adicionalmente, las perspectivas de crecimiento en 2022 para la economía mundial se han revisado ante las posibles implicaciones del conflicto geopolítico, el cual podría también tener implicaciones de mayor plazo.

Las disrupciones en varios sectores siendo casos notorios el de los semiconductores o el de transporte, están generando incrementos en los costos de producción, ello en un contexto de recuperación de la demanda global y de una recomposición del gasto hacia mercancías, las cuales ante la imposibilidad de escalar la oferta al mismo ritmo ha derivado en un desbalance entre la oferta y la demanda mundial de diversos productos.

A su vez este desbalance ha ocasionado que la inflación en diversas economías se haya ubicado en niveles superiores a los de los objetivos de sus bancos centrales.

En esta coyuntura ya de por sí compleja se materializa un nuevo factor de riesgo geopolítico, con el conflicto Rusia-Ucrania. Los efectos iniciales del mismo sobre los mercados financieros y de materias primas constituyen un choque adicional al de la pandemia, en particular dado el peso que estos países tienen en los mercados de energía y granos el efecto más inmediato ha sido sobre los precios de estos productos.

Este conflicto se desencadenó sólo recientemente, de modo que existe alta incertidumbre al momento sobre cómo su desarrollo afectaría los precios en distintos mercados.

Así, si bien su impacto dependerá de la magnitud del conflicto y de su duración, se percibe que implique riegos a la alza sobre la inflación.

Ante las persistentes presiones inflacionarias y el avance de la recuperación económica los bancos centrales en la mayoría de las principales economías avanzadas comenzaron a modificar su postura monetaria; la reserva federal de los Estados Unidos y los bancos centrales de Canadá y el Reino Unido, entre otros, incrementaron sus tasas de interés de referencia.

Por su parte, en las economías emergentes un amplio número de bancos centrales continúan ajustando a la alza sus tasas de interés.

El apretamiento de las condiciones monetarias y financieras a nivel global constituye un riesgo para los mercados financieros nacionales; sin embargo, hasta hora han mostrado un comportamiento ordenado, si bien con algunos episodios de volatilidad.

En nuestro país la actividad económica se ha venido recuperando luego del choque inicial de la pandemia, acompañado de un fortalecimiento del mercado laboral.

De este modo se anticipa que la economía mexicana continúe reactivándose, impulsada tanto por la demanda interna como la externa.

Los choques derivados de la pandemia han continuado generando presiones sobre la inflación en nuestro país, la cual se ha mantenido en niveles elevados, además se anticipa que el conflicto implique un entorno más complejo para la inflación doméstica.

En este contexto y dados los costos sociales y económicos derivados de la inflación que afectan en mayor medida a la población de menores ingresos, el Banco de México ha refrendado su compromiso de lograr un ambiente de inflación baja y estable. Con ello, además contribuye a mantener los fundamentos macroeconómicos sólidos que se requieren para enfrentar un entorno tan complejo.

De este modo, el Banco de México ha venido adoptando acciones oportunas con la finalidad de lograr la convergencia de la inflación a su meta y mantener el anclaje e las expectativas de la inflación.

En este sentido, en la decisión de política monetaria la Junta de Gobierno evalúa la magnitud y la diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, así como en los riesgos de que se contaminen las expectativas de mediano y largo plazos y la formación de precios.

Considero también los mayores retos ante el apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales, el entorno de acentuada incertidumbre y las mayores presiones inflacionarias asociadas al conflicto geopolítico.

Con base en ello y con la presencia de todos sus miembros decidió por unanimidad incrementar en 50 puntos base el objetivo de la tasa de interés interbancaria a un día a un nivel de 6.5 por ciento. Con esto la postura de política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3 por ciento dentro del horizonte de pronóstico y se refrenda el compromiso del Banco de México con su mandato constitucional.

Además de la misión prioritaria del Banco de México, el instituto central tiene las finalidades de promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento del sistema de pagos.

En nuestro país, desde la crisis de 1994 y 1995, se diseñó una sólida estructura regulatoria que se ha venido reforzando continuamente; lo anterior aunado a las medidas de emergencia en su momento implementadas y a una serie de decisiones prudentes y oportunas adoptadas por las instituciones bancarias y las autoridades tales como la posposición del pago de los créditos, la oferta de reestructuras y la formación de reservas extraordinarias ha permitido que el sistema financiero resistiera el embate de la contingencia sanitaria. Esto significa que el sistema bancario se encuentra en una posición sólida para impulsar la recuperación económica.

Una de las contribuciones más importantes a la recuperación que puede hacer el sistema bancario es promover la inclusión financiera.

Se han documentado múltiples beneficios de contar con un sistema financiero incluyente, tanto económicos como sociales, tales como impulsar el crecimiento económico, combatir la pobreza y la desigualdad, fomentar al desarrollo regional e impulsar la paridad de género, entre otros.

En vista de dichos beneficios, durante la última década las autoridades financieras en México han llevado a cabo esfuerzos a favor de la inclusión.

En particular, el Banco de México ha participado activamente en el Consejo Nacional de Inclusión Financiera y adoptado múltiples medidas regulatorias y acciones que favorecen la inclusión, entre las que destacan:

Se han establecido cuentas de depósito con requerimientos de apertura simplificados y se ha facilitado la asociación de cuentas a un número de teléfono celular.

Se modificó el marco regulatorio para permitir a jóvenes a partir de los 15 años de edad abrir cuentas bancarias básicas.

Se ha autorizado que los trabajadores puedan contratar créditos asociados a su cuenta de nómina en cualquier institución.

Se lanzó la plataforma de pagos digitales CoDi, de acceso libre y sin costo para sus usuarios, la cual sólo requiere un dispositivo móvil con conexión a internet y una cuenta bancaria.

Se han abierto plataformas que permiten la comparación del costo de los créditos con información completa y oportuna. Como resultado de éstas y muchas otras medidas adoptadas por las autoridades financieras, en los últimos años el sistema ha tendido hacia una mayor inclusión.

De acuerdo con la información de las encuestas nacionales de inclusión financiera, en 2012 el 35.5 por ciento de los adultos contaban con una cuenta de depósito en una institución financiera; para 2018 dicho porcentaje aumentó a 47.1 por ciento.

De manera similar el porcentaje de personas con crédito formal aumentó en ese periodo de 27.5 por ciento a 31.1 por ciento, mientras que en el caso de cuentas de ahorro para el retiro o afore el porcentaje aumentó de 19.7 a 39.5 por ciento.

Sin embargo, como reflejan estas cifras, sigue habiendo un amplio margen para mejorar.

El desarrollo de tecnologías digitales en el sistema financiero mexicano brinda una oportunidad única para agilizar las operaciones, diseñar nuevos productos y ampliar la cobertura de los servicios financieros.

La experiencia reciente derivada de la pandemia ha proporcionado lecciones sobre los beneficios de los pagos digitales.

Los hogares ajustaron sus patrones de consumo al confinamiento, dando un impulso al comercio en línea y a los pagos digitales.

A su vez, las empresas aceleraron sus procesos de digitalización, tanto en lo relacionado con su operación misma, como en algunos otros aspectos financieros.

Otra oportunidad que las tecnologías digitales ofrecen para mejorar la inclusión se refiere a los servicios de crédito, pues permiten el acopio y procesamiento de grandes volúmenes de información que facilita aspectos como la evaluación crediticia.

Precisamente, el crédito es uno de los temas en los que el sistema bancario puede hacer una contribución significativa a la recuperación económica.

La evidencia empírica confirma una relación directa entre el crédito al sector privado no bancario como porcentaje del PIB y la tasa de crecimiento de largo plazo de una economía.

Sin embargo, a nivel internacional, México presenta una de las razones más bajas de crédito a PIB, incluso comparado con países de desarrollo similar.

El sistema bancario cuenta con condiciones de solvencia y liquidez para incrementar de manera relevante los volúmenes de financiamiento.

El Banco de México considera que el otorgamiento prudente del crédito es una variable clave para apoyar este esfuerzo, talento e iniciativa de los mexicanos y para propiciar el crecimiento de largo plazo.

La inclusión financiera debe contribuir, también, a fomentar la equidad entre mujeres y hombres.

Hasta la fecha persiste una brecha de género en el acceso a los servicios financieros y son muchas las mujeres que carecen de este tipo de instrumentos.

Una mayor inclusión de la mujer fortalece las bases del crecimiento económico.

Por eso, al igual que a quienes me precedieron en el uso de la palabra, me complace reiterar que hace unos días se firmó el Convenio Marco de Coordinación y Colaboración Interinstitucional Público-Privado en materia de Igualdad de Género en el Sistema Financiero Mexicano, con la participación de este banco central.

Con dicho Convenio se busca establecer condiciones de mayor equidad en los procesos de reclutamiento y promoción de las mujeres en el sector financiero y, a la vez, se abre la puerta para una mayor inclusión financiera de la mujer y una mejor oferta de productos y servicios con enfoque de género.

El cambio climático es uno de los retos más relevantes y sistémicos que enfrentamos hoy y en los años por venir.

Múltiples ejercicios académicos muestran cómo los efectos ambientales afectan desfavorablemente a un número creciente de sectores en la economía.

El calentamiento global y la degradación ambiental se asocian con una menor calidad de vida y bienestar, así como con un deterior de las oportunidades de desarrollo en el largo plazo.

Para el sistema financiero es fundamental valorar adecuadamente los riesgos ambientales, identificar oportunidades de inversión sostenibles.

Una inadecuada integración de estos riesgos en los proceso de crédito e inversión podría incidir sobre el buen funcionamiento del sistema financiero, y afectar su estabilidad, así como la asignación eficiente de recursos en la economía.

El Banco de México ha venido participando activamente en la agenda internacional de finanzas sostenibles. Es miembro fundador de la Red para Enverdecer el Sistema Financiero, la cual agrupa a más de 100 bancos centrales y supervisores financieros, y tiene el objetivo de crear capacidades en autoridades e instituciones financieras para identificar y administrar riesgos climáticos, así como movilizar capital hacia actividades amigables con el medio ambiente.

El banco también forma parte del comité de supervisión bancaria de Basilea y en el Consejo de Estabilidad Financiera, que tienen una ambiciosa agenda relacionada al cambio climática y al sistema financiero.

En 2020 el Consejo de Estabilidad Financiera estableció el Comité de Finanzas Sostenibles, que tiene por objeto elaborar análisis y realiza revaluaciones, propuestas y recomendaciones en materia de finanzas sostenibles, con el propósito de fomentar el buen funcionamiento del sistema financiero e identificar y mitigar el impacto de los riesgos relacionados con esta materia.

En el futuro próximo las autoridades y el sector financiero enfrentan diversos retos en materia de finanzas sostenibles. El Banco de México está comprometido con esta agenda.

Para este efecto ha impulsado y continuará impulsando la colaboración entre autoridades e instituciones financieras.

Señoras y señores:

La estabilidad de precios es una condición indispensable, pero no suficiente para el desarrollo económico, en particular para alcanzar un crecimiento económico sostenido es fundamental contar con un sistema financiero estable, inclusivo, moderno que provea servicios en buenas condiciones de precio, calidad y cobertura para las familias y empresas mexicanas.

Este sistema debe intermediar de manera segura el ahorro del público, ofrecer servicios idóneos para los diversos sectores de la población y generar crédito que contribuya a mejorar la productividad de personas y empresas en nuestro país.

En estas circunstancias históricas es necesario reconocer que para aprovechar las oportunidades de crecimiento se requiere la concurrencia de las autoridades y los intermediarios, por eso celebro este encuentro con el gremio de los banqueros de México, pues su concurso activo es fundamental para construir un círculo virtuoso de mayor inclusión, mayor solidez y profundidad del sistema financiero y mayor crecimiento.

En lo que respecta al Banco de México, pueden estar seguros de contar con el apoyo y la colaboración necesarios para avanzar en los temas comunes que contribuyan con el desarrollo de nuestro país.

Sin más, les deseo el mayor de los éxitos en los trabajos de esta Convención.

Muchas gracias.

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