Mensaje del Lic. Daniel Becker Feldman, Presidente de la Asociación de Bancos de México

Pedimos ahora al licenciado Daniel Becker Feldman, presidente de la Asociación de Bancos de México que nos comparta unas palabras, por favor.

- DANIEL BECKER FELDMAN: Muy buenas tardes.

Presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; Presidenta del Senado de la República; Presidente de la Cámara de Diputados; secretario de Hacienda y Crédito Público, Gobernadora del Banco de México; Secretario de Gobernación; Gobernadora del estado de Guerrero; Legisladores; Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores; Presidenta municipal; Aurora Guadalupe Hernández Toribio en representación de los casi 98 mil colaboradores que trabajan en las sucursales de la banca; representantes de organismos empresariales; embajadores; colegas banqueros; expresidentes de la Asociación de Bancos de México y, por supuesto, un fuerte abrazo a Jaime y a Luis que ya no están con nosotros.

Queridos amigos y amigas de la prensa, muy buenas tardes tengan todos ustedes.

Hace algunos meses, al terminar una revisión médica que me solicitó un especialista, la asistente del doctor se negó a cobrarme la consulta.

Esa cortesía, y que se hubiera negado a darme un diagnóstico preliminar me puso sumamente nervioso.

Nunca, nunca me imaginé la sorpresa que me esperaba.

Cuando entré nuevamente al consultorio para darle gracias al doctor, con una mezcla de orgullo y nostalgia, y agradecimiento, me contestó que de ninguna manera le iba a cobrar a la persona que representa la institución que hace muchos años le había otorgado una hipoteca para comprar su casa.

No he olvidado la emoción con la que el doctor me dijo que después de años de esfuerzo, nosotros fuimos los primeros que creímos en él. Cito textualmente la frase que me dijo: “Becker, ustedes me ayudaron a que mi sueño se hiciera realidad”.

Qué importante y qué trascendente es lo que hacemos. Qué relevante es que la banca sea una expresión de optimismo y esperanza. Qué gran satisfacción es que personas y empresas acudan a nosotros para lograr que sus sueños se hagan realidad.

Creer en algo y trabajar para conseguirlo no lo olvidemos, siempre tiene un efecto multiplicador.

Querido Presidente, autoridades, colegas, amigos.

Estamos aquí reunidos para construir una banca más incluyente y sustentable en la era digital. Hagámoslo sin perder de vista que la credibilidad es nuestra razón de existir y los sueños el fin último que debemos perseguir.

No exagero, hoy en día se han depositado en nuestras instituciones 6.9 billones de pesos, repito, 6.9 billones de pesos, una gran muestra de la confianza y fortaleza que hay en el sector bancario.

Nuestra solidez, fiabilidad, permanencia y capacidad de innovación nos permitió que durante el 2021 realizáramos más de 10 mil millones de transacciones de forma segura y eficaz, con ahorro en transacciones y crédito se crean puentes desde el presente hasta el futuro.

No menospreciemos lo que hacemos, ni para quién trabajamos, imaginemos, por favor, un día sin bancos, o no vayamos muy lejos, pensemos qué hubiera sucedido en los últimos dos años sin esas personas, que además de ser el principal pilar de la banca, son su rostro más amable y humano, ¿en dónde estaríamos si no se hubieran enfrentado, como lo hicieron todos los días a la pandemia, a la inseguridad y a la incertidumbre?

Si me lo permiten, quiero hacer en este momento un muy amplio y sentido reconocimiento a todo el personal de primera línea que mantuvieron funcionando el sistema bancario, el sistema de pagos y, en general, a la economía, a las cajeras, cajeros y demás personas de las sucursales de todos los bancos que representamos, perdónenme porque se hayan anticipado, lo cual me da mucho gusto, les queremos dar las gracias porque nunca abandonaron sus puestos de trabajo y fueron, como lo han sido siempre lo mejor que tiene la banca.

Aurora que nos acompaña en el presídium, tú eres la representante de todos los gerentes, cajeros y directores de sucursales. Les pido, por favor, un muy caluroso aplauso.

Hay una historia que me gusta mucho, la ley por primera vez en un libro que mencionaba que mientras el poeta francés Jacques Prévert, caminaba por la calle se encontró a un ciego que estaba pidiendo limosna con un bote pequeño y un letrero que decía: “Ciego sin pensión”.

El poeta se detuvo y comenzó a platicar con él, le preguntó cómo le estaba yendo y si la gente lo estaba apoyando. El ciego contestó que no, a lo mucho una o dos monedas al día. El poeta le preguntó al ciego si podía tomar su letrero, el ciego respondió que sí.

El poeta volteó el letrero y escribió un mensaje. Al día siguiente al encontrarse nuevamente con el ciego le preguntó cómo le estaba yendo ese día, el ciego respondió que había pasado algo sumamente increíble; nunca, nunca había recibido tanto dinero. El poeta había escrito lo siguiente: “La primavera está por llegar, pero yo a diferencia de ti no podré verla”.

Si hay algo que nos distingue como seres humanos es la capacidad para contar historias, historias que siempre son muy útiles y reveladoras. Qué gran diferencia haría que en lugar de enfocarnos en discutir los temas de inclusión y sustentabilidad desde un panorama general y lejano mejor nos enfocáramos nuestras discusiones y puntos de vista en reconocer la historia de una mujer que vive tan solo a unos 15 o 20 minutos donde nos encontramos en este momento.

Una mujer que quizá con dos o tres hijos tiene que ser responsable y encargarse de todo, de absolutamente todo, probablemente no tenga pareja o tenga una que representa todos estos vicios que queremos erradicar como sociedad, el machismo, la violencia, la falta de oportunidades, una mujer preocupada por sobrevivir durante quizá las siguientes 24 horas y no por un legado generacional.

Esa mujer está sola y debemos reconocerlo, no la hemos atendido ni como personas ni como sociedad ni como bancos.

Es momento entonces de que juntos, sector público y privado, empecemos a lograr resultados en estos temas, necesitamos como sociedad avanzar en la agenda para que realmente podamos mejorar la vida de esa mujer y de todas las mexicanas.

En la Asociación de Bancos de México creamos el Comité de Diversidad e Inclusión con énfasis en la Equidad de Género, como una de muchas iniciativas para lograrlo.

También contamos con alianzas, entre ellas ONU Mujeres y con diagnósticos elaborados por especialistas con posibles acciones para resolver esta brecha, que es tan arraigada en nuestra sociedad y en la que hay que combatir desde la infancia con educación y con cultura incluyente.

Ya tenemos avances muy importantes en el Protocolo de Sustentabilidad de la Banca en el marco de los compromisos del Acuerdo de París, y desde la banca vamos a financiar proyectos con impacto positivo en el medio ambiente.

De hecho, está por lanzarse el primer bono verde con el fideicomiso instituido en relación con la agricultura, FIRA. Ya estamos en el camino correcto, falta caminar más rápido.

Señor Presidente, por supuesto que podemos disentir en la forma de pensar y actuar, pero si queremos caminar más rápido debemos tener una comunicación más constructiva, diálogos como el que mantuvimos el año pasado, en donde juntos, autoridades y bancos, revisamos más de 138 temas regulatorios. Son un muy buen ejemplo de lo que podemos lograr.

Lo es también el nuevo Código de Mejores Prácticas para el Otorgamiento de Crédito que la Asociación de Bancos de México ha elaborado en diálogo con las autoridades y que en breve publicará para que todos los asociados que así lo decidan, se adhieran.

Estimado Presidente, gracias a las sesiones de trabajo con el secretario de Hacienda y la Subsecretaría, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el día de hoy, como ya lo hizo el Secretario, podemos anunciar que la banca ofertará créditos simples y ágiles hasta por un monto de 10 mil millones de pesos en una primera etapa para las pequeñas y medianas empresas que tengan entre 10 y 100 colaboradores y ventas no mayores a 100 millones de pesos por año.

Por cierto, secretario, quiero felicitarlo por el reconocimiento que recién le acaban de entregar a la innovación en el financiamiento, que acaba de recibir usted en Nueva York.

Secretario, muchas felicidades.

Estimado Presidente, ayúdenos a crear condiciones de confianza y certidumbre y a traducirlos en crecimiento económico. Esa es la fórmula del éxito.

Trabajemos juntos en fortalecer las instituciones que son los pilares de esa actividad, que es tan relevante para la sociedad.

Hacer que los sueños se hagan realidad en un entorno incluyente y sustentable.

La agenda que hemos preparado para este evento reúne a algunas de las mentes más brillantes de las últimas décadas, todas ellas, además personas que se han enfrentado a retos personales y profesionales muy difíciles.

“This speakers it’s an older to have to here Acapulco, welcome all of you”.

Su experiencia y conocimiento, y recomendaciones serán útiles para lo que, como gremio, será nuestra labor ante el nuevo reto que se presenta, la amenaza de la inflación en un contexto de pandemia y crisis geopolítica, los invito por favor a que, primero a que acudamos, y luego a que acudamos a esas acciones con una mente abierta, tolerante y libre de prejuicios e inercias.

Ha sido un gran reto desempeñar este cargo, pero ha sido sumamente grato poder trabajar con todos ustedes para construir un mejor México.

Estamos avanzando hacia el ideal de la banca al que todos aspiramos.

Me entusiasma comenzar este segundo año de mi gestión, con el mandato de avanzar en los temas que vamos a trabajar durante estos días.

Me anima mucho ver aquí, a mexicanos apasionados y comprometidos que realmente quieren y aman a este país.

En ese amor y compromiso por México no caben distinciones, no ha bancos grandes, pequeños, medianos, nacionales, internacionales, de escala, de nicho. Lo que hay son instituciones para cada una de las necesidades y segmentos de la población.

Lo que hay es una banca comprometida y con una vocación de lograr que los sueños se cumplan.

En mi labor como presidente de la ABM hay muchas personas a quien quiero agradecer y reconocer. Por supuesto, al Comité de Dirección que me ha acompañado a navegar estos mares difíciles; a los presidentes de Comisiones, a los Coordinadores de Comités.

Merecen un agradecimiento especial Juan Carlos Jiménez y todo ese equipo en la ABM. Son el mejor ejemplo del tipo de personas que le dan vida y razón de ser a las instituciones.

A mis colegas, a todos mis colegas les agradezco nuevamente su confianza y esfuerzo.

Por supuesto a Carmela Pírez y todo el equipo de Fundación Quiera, les agradezco su compromiso.

A la prensa le expreso mi agradecimiento por su participación, respeto, crítica constructiva y ética profesional.

Aprovecho este momento, no hablo como presidente de la Asociación de Bancos de México, sino como Daniel Becker para agradecer a todos los integrantes de Grupo Financiero Mifel su profesionalismo, esfuerzo y compromiso que me han permitido enfocarme en mi labor como presidente de la Asociación de Bancos de México, una responsabilidad de absoluto tiempo completo.

El agradecimiento más importante esta noche es para mi familia, a Janina, mi esposa, te agradezco tu apoyo, tu cercanía, tus consejos, tu sensatez en los éxitos y tu aliento en las dificultades.

En esta como en otras aventuras tu complicidad, tu empatía y guía han sido muy importantes para mí. Si en la Asociación de Bancos de México puedo lograr un 20 por ciento de lo que tú has logrado con nuestra familia, con Fundación Quiera y en todo lo que te has propuesto, quedaré satisfecho.

Yo no estoy seguro si soy un gran hombre, más bien sé que no lo soy, pero tú sin ninguna duda eres una gran mujer y soy muy afortunado.

A mis queridos hijos Eduardo, Gabriela y Karla, gracias por su generosidad para permitirme estar aquí, no hay día en que no me sienta orgulloso y tranquilo de saber que heredaron todas las virtudes de su madre y ninguno de los defectos de su padre.

Ustedes son para mí la primera imagen que viene a mi mente cuando pienso en cómo podemos construir un mejor futuro para México, son sin duda lo más importante en mi vida. Sé que son personas de bien y que todos los días se esfuerzan por lograr que todos podamos ver la primavera, esa es mi mejor enseñanza.

Señor Presidente, si me lo permite, antes de terminar, quiero hacerle una invitación, una invitación para que juntos hagamos la siguiente reflexión, tanto usted como yo cada uno en nuestra escala y proporción, con todo respeto, fuimos elegidos por otras personas que confiaran en nosotros y nos dieron la responsabilidad de tomar decisiones en su nombre.

Con mucho respeto y empatía puedo entender la enorme responsabilidad que lleva usted sobre sus hombros todos los días y lo difícil es que son los sacrificios que exige el puesto.

La invitación, querido Presidente, es para que cada uno de nosotros nos comprometamos a dejar un legado que sea incluyente, sustentable y acorde a los tiempos que vivimos.

Permítanme usar la historia que conté hace unos momentos para proponerle que como el poeta le demos la vuelta al letrero y juntos escribamos esa nueva aspiración que cambie nuestra narrativa. En la banca queremos crear puentes y tener un diálogo constructivo con el propósito de ahora sí crear condiciones de crecimiento económico.

Estamos a tiempo, presidente, de que pase la historia como el presidente que aprovechó una coyuntura mundial sumamente compleja para poner a México a la altura de su potencial y de esa deuda que tiene con su población; aprovechemos juntos su mandato para atraer inversiones, industria y modelos de negocio que sean incluyentes y sustentables.

Presidente, usted supo leer muy bien cuáles eran las demandas de la gente, entendió el contexto en el que se encontraba nuestro país y supo aprovechar la oportunidad que se le presentó para darle voz a esa parte de la población que jamás, que nunca había sido escuchada.

Eso es algo que tenemos que reconocerle y agradecerle. Ahí hay una gran lección, debemos escuchar todas las voces y atenderlas adecuadamente.

Estamos en un buen momento de mandar una señal al mundo de que México es un país que puede y sabe aprovechar las inversiones, que México cuenta con recursos naturales, capital humano que no existe en ningún otro lado del mundo y, sobre todo, que los mexicanos sí sabemos, sí podemos y sí queremos estar a la altura de los retos que se presentan.

La historia nos ha mostrado que en momentos como estos es en bien de los países que se lo proponen pueden embarcarse en una nueva dinámica de crecimiento y desarrollo.

Hagamos aritmética simple, sumemos primero para multiplicar después, logremos un México más sustentable, más incluyente, más justo, trabajemos para que la era digital sea para nosotros una oportunidad y no una amenaza. Hagamos de la tecnología una herramienta de dimensión social para incorporar a más mexicanos al sistema financiero.

Nadie, absolutamente nadie, se puede ni debe quedar atrás. No podemos tener analfabetas digitales, seamos generosos y pensemos que no se trata de nuestro legado, sino del legado que les pertenece a las siguientes generaciones.

Comprometámonos con el medio ambiente y al hacerlo logremos una plena inclusión y equidad de género. Hacerlo, sin lugar a duda, nos beneficia a todos.

Estimado presidente, concluyo con un último comentario personal. A principios del siglo pasado mi abuelo llegó a México como un migrante que escapaba de los horrores de la guerra que acontecía en Europa, con un solo y único patrimonio, sus sueños.

Él me enseñó las dos cosas que marcaron mi vida personal y profesional para siempre, la importancia de creer en las personas, pero sobre todo tener un gran amor por este bendito país que se llama México.

Muchas gracias.

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