Versión estenográfica
Acapulco, Gro., 24 de marzo de 2017
- MAESTRO DE CEREMONIAS: En este momento el licenciado Luis Robles Miaja hace entrega del mazo al ingeniero Marcos Martínez Gavica.
Queda con ustedes el ingeniero Marcos Martínez Gavica.
- MARCOS MARTÍNEZ GAVICA: Muy buenas tardes tengan todos ustedes. Muchas gracias por estar en esta clausura después de tantas horas muy interesantes pláticas de tres días de trabajos intensos que espero hayan sido de provecho.
Y quiero darle la bienvenida afectuosamente al licenciado Héctor Astudillo Flores, Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero.
Gracias por volver a venir y por la hospitalidad de todos estos días, Gobernador.
Quiero saludar muy afectuosamente a la maestra Vanessa Rubio Márquez, nuestra Subsecretaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Sin poder dejar de hacer mención que Vanessa es la primera Subsecretaria del ramo, la primera mujer Subsecretaria del ramo y la primera mujer que clausura los trabajos de la Asociación de Bancos de México de la 80 Convención.
Agradezco la presencia del licenciado Jaime González Aguadé, Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Muchas gracias, Jaime, por tu presencia.
Por supuesto la del licenciado Luis Robles Miaja, Presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero BBVA Bancomer.
A todos los miembros del Presídium, a todos ustedes que nos han acompañado en estos días, a nuestros queridos medios de comunicación que han hecho una espléndida divulgación de nuestros trabajos.
Mil gracias también por su presencia.
Señoras y señores:
Yo quiero comenzar este pequeño speach hablando de nuestro buen amigo y agradeciéndoles, a mi buen amigo, Luis Robles Miaja por su trabajo, un trabajo estupendamente hecho.
Él y sus colaboradores del Comité que te ayudó a presentar, quienes conformaron que son Alberto Gómez, Luis Niño de Rivera, Ernesto Torres, Enrique Zorrilla, Emilio Romano y Juan Carlos Jiménez, que gracias a ellos hoy contamos con bases muy sólidas que garantizan la vida institucional de nuestro gremio y con una presencia permanente en las discusiones trascendentes de nuestro país.
Por estas razones y por todo esto, muchas gracias a mis queridos colegas.
Bueno, y para terminar con los reconocimientos, ya que estamos en esto, quisiera hacer un reconocimiento a la Fundación Quiera, el brazo de responsabilidad social de nuestro gremio, en conjunto dedicada a la infancia de situación de calle en riesgo y trabajadora, que también ha evolucionado muchísimo en los 23 años que tiene de historia.
Es una fundación que en estos 23 años ha beneficiado a 257 mil niños, jóvenes y colaboradores de las organizaciones que atienden a éste sector en condiciones tan vulnerables.
Gracias a nuestras esposas, sentadas por allá, muchas gracias a todas ellas, al equipo que las acompaña por haber apoyado con tanta pasión esta labor, y que en estos últimos años ha encabezado Mónica Robles y su Comité Directivo.
Muchísimas gracias por su colaboración.
El sistema bancario se ha transformado por completo en estos últimos años. Yo tomé la presidencia de la ABM hace 12 años. Gracias a mis compañeros que en aquel momento me eligieron, y hoy tengo el honor de volver a estar conduciendo estos trabajos de los 51 asociados por la misma razón.
Y lo que vemos es que sí ha cambiado, que la entrada de nuevos participantes y los avances tecnológicos han cambiado radicalmente la manera de operar de la banca.
Y sin embargo, el cambio más importante tiene que ver con nuestros clientes.
Ahora los consumidores cuentan con plataformas muy diversas para hacerse de un bien o de un servicio, viven y esperan experiencias en las que las diferentes se adapten a lo que el cliente desea y no al revés como pasaba hace algunos años.
Lejos quedaron esos tiempos en los que la oferta estática y eran los consumidores quienes se adaptaban a lo que ofrecíamos los bancos.
Hoy somos bancos más sólidos, eficientes y competitivos, que cumplimos con nuestro compromiso, con la sociedad y que somos un símbolo de confianza y estabilidad en nuestro país.
Los bancos cumplimos con los más altos estándares reguladores internacionales, nos hemos robustecido a partir de 2008.
Basilea 3 y Basilea 4, junto con las políticas macro prudenciales impulsadas por nuestras autoridades, permiten que los bancos de México seamos instituciones sanas y sólidas, pilar del sistema financiero del país.
Los bancos hemos cambiado mucho en estos años, pero nuestro compromiso sigue siendo exactamente el mismo.
La banca mexicana es fiel a su esencia, su objetivo es apoyar a las familias y a las empresas de nuestro país ser sus aliados en la construcción de sus patrimonios, en su expansión y modernización, y ser guardianes de sus ahorros y de sus inversiones.
En poco más de una década, hemos multiplicado los puntos de atención a través de sucursales y oficinas.
Contamos con cajeros automáticos cada vez más eficientes y con una red de corresponsales bancarios en expansión; así como un crecimiento exponencial en el uso de canales digitales por parte de nuestros clientes.
Es cierto, como lo señaló el miércoles pasado el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González, aún hay ciertos pendientes para acelerar la inclusión y la cobertura de nuestros servicios en algunas partes del país; pero sin duda hemos avanzado mucho entre que una que entré y ahora que regresé.
Y gracias al esfuerzo y trabajo coordinado entre autoridades e instituciones, logramos que la bancarización en nuestro país haya aumentado significativamente: hemos pasado del 16 por ciento como porcentaje del PIB de cobertura de bancarización en el 2005, hasta un nivel del 34 por ciento en el 2016, a pesar de haber enfrentado en este lapso de tiempo períodos en los que hubo problemas para seguir creciendo, tanto internacionales como internos.
Y, sin embargo, no sólo hemos crecido a más del doble nuestra penetración del sistema bancario, sino que lo hemos hecho con mucha calidad. Nuestra cartera vencida hoy en día del sistema es del 2.1 por ciento, la menor en los últimos 10 años.
Y con este panorama, con el dinamismo de la banca mexicana y con bases construidas a partir de la reforma financiera puesta en marcha por la Administración del Presidente Peña Nieto, no resulta difícil imaginar a un México con más crédito, con más empleo, con más estabilidad y con más certidumbre.
La actual coyuntura, con todas sus complicaciones, muchas veces implica pensar en el largo plazo; pero no hay que olvidar que para obtener resultados permanentes hay que hacer a un lado lo inmediato y pensar en los próximos años.
En los últimos 12 meses hemos sido testigos de profundos cambios alrededor del mundo, cambios de los que no podemos ser ajenos y de los que hemos reflexionado durante esta Convención.
La coyuntura económica ha sido especialmente compleja y en particular diversos eventos desde el exterior han tenido efectos importantes sobre nuestra moneda.
Primero, fue la caída de los precios del petróleo, que significó un impacto importante, y diversos factores sugieren que aún seguirá la volatilidad en este sentido.
El segundo, las tasas de interés alrededor del mundo, después de muchos años de mantenerse en niveles excepcionalmente bajos, comienzan a subir y lo están haciendo a una velocidad que no teníamos prevista hace apenas unos meses.
Y todo lo anterior ocurre en medio de un entorno de crecimiento global ya en recuperación, pero aún vulnerable, junto con las decisiones de gran trascendencia que han ocurrido en diversas partes del mundo y con importante repercusiones.
En virtud de la magnitud de las transformaciones políticas y sociales que hemos observado, particularmente en Estados Unidos y en el Reino Unido, la incertidumbre se expande por todo el mundo, amenazando con debilitar todo lo que se ha construido después de la segunda mitad del siglo XX.
Y pese a esto, la economía mexicana resiste, si bien hace evidente que aún quedan pendientes por superar para construir una sociedad más próspera y más justa.
México es más sólido por el especial cuidado que hemos puesto durante casi tres décadas a fortalecer nuestro marco macroeconómico.
Las autoridades han tomado decisiones prudentes y, debemos decirlo, algunas de ellas difíciles de tomar, pero sin duda necesarias, y lo han hecho de forma muy valiente y decidida por el bien de nuestra macroeconomía y de nuestro país.
La consolidación fiscal, las medidas encaminadas a tener un mercado cambiario ordenado y una política autónoma cuyo enfoque es clave en materia inflacionaria, nos permiten tener rumbo en medio de la incertidumbre.
Y vimos un entorno en el que los paradigmas del desarrollo económico que nos han guiado por más de medio siglo, se enfrentan a cuestionamientos.
En concreto, la relación con nuestro principal socio comercial, se ve amenazada por medidas proteccionistas, que de concretarse podrían replantear una integración construida durante dos décadas, incluyendo la posibilidad de revisar nuestros esquemas de cooperación de nuestra materia, en la materia financiera.
Desde la Asociación de Bancos de México, desde nuestra Asociación, estaremos muy atentos al curso que tomen las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con América del Norte e incorporaremos, como parte de nuestra agenda, una participación decidida en los temas que nos requieren.
Confiamos en que se impondrá la razón con la seguridad de que contamos con los argumentos y con la experiencia para esta cometida, como lo atestiguamos el día de ayer durante el panel con los protagonistas de la negociación que dio origen a este tratado de los 90`s, creo que nos quedó muy claro que ahí hay mucho conocimiento, mucha experiencia y mucho valor para salir bien librados de esta etapa que continúa.
Es fundamental que todos en la banca trabajemos de manera unida y coordinada para enfrentar los desafíos que tenemos delante, y para dar respuesta de manera contundente a las necesidades e inquietudes que nuestros clientes puedan tener.
Como gremio, hemos demostrado estar a la altura de las circunstancias a lo largo de la historia de nuestro país y estén seguros que así seguirá siendo.
Continuaremos siendo protagonistas del desarrollo económico de México, detrás de cada gran proyecto en nuestro país, la banca ha refrendado su compromiso con el desarrollo mediante operaciones de financiamiento internacional de grandes proporciones, pero al mismo tiempo, atendiendo con puntualidad a las pequeñas y medianas empresas, a las familias y a las personas.
Permítanme ahora hablar un poco sobre la agenda interna de nuestra Asociación y de sus agremiados.
Somos una Asociación que ha mostrado unidad y que fuimos capaces en esa unidad, de renovarnos; mediante un proceso de elección claro y certero, fomentamos el diálogo entre todos los que conforman nuestra Asociación y conocimos de primera mano sus necesidades.
A todos los que integran la ABM, les reitero mi compromiso de garantizar que todas sus inquietudes serán escuchadas y serán atendidas.
Como Presidente de esta Asociación, junto con mis vicepresidentes y el resto de Comité de Dirección, encabezaremos toda iniciativa que vele por nuestros intereses y los de nuestros clientes.
Estableceremos objetivos muy claros que nos permitan avanzar en la agenda temática de nuestro sector.
La Asociación es un ente vivo que viene trabajando continuamente diversos proyectos de enorme trascendencia, los cuales asumo en este momento como propios.
Por ejemplo, continuaremos trabajando en el esquema de corresponsales con las autoridades de México y de los Estados Unidos. Esto resulta de singular trascendencia en el contexto actual y refleja nuestra convicción, para lograr mayor integración entre intermediarios de ambos lados de la frontera, con regímenes de supervisión y regulación que fortalezcan nuestra actuación y garanticen nuestra transparencia.
También vamos a redoblar esfuerzos para el combate de lavado de dinero y a cualquier operación con recursos de procedencia ilícita.
Los bancos seguiremos impulsando mejores prácticas en nuestros negocios y estaremos atentos a cooperar con los diferentes programas del Estado mexicano para avanzar en estos temas tan delicados.
Otro asunto al que le pondremos especial atención, tiene que ver con la profunda evolución que día a día vive nuestra industria en materia tecnológica. Todas las instituciones bancarias realizamos constantemente, continuamente y constantemente, importantes inversiones para brindar el mejor servicio y ofrecer los mejores productos a nuestros clientes, con independencia del canal, a través del cual son atendidos.
Muchos mexicanos han visto beneficios tangibles con transacciones financieras más ágiles y, al mismo tiempo, más seguras y más baratas.
La banca mexicana es la primera interesada en ofrecer mejores soluciones a sus clientes, aprovechando las ventajas tecnológicas con las que contamos y damos la bienvenida a los nuevos actores que participan y van a participar en esos ecosistemas de innovación.
Demos con gusto el impulso a nuevas regulaciones compatibles con las tecnologías emergentes, garantizando que las reglas del juego sean claras y homogéneas para todos los participantes en la industria, que asegure actuaciones y comportamientos responsables, en beneficio y para la protección de nuestros clientes y de sus patrimonios.
De la misma forma, un punto central en nuestra agenda de trabajo implicará dar la lucha sin tregua para atacar los problemas de suplantación de identidad y de fraude en general.
De la mano de las autoridades responsables, los bancos reforzaremos nuestros sistemas y nuestros procesos para garantizar la seguridad de nuestros clientes y combatir a quienes atentan contra nuestras instituciones.
México enfrenta tiempos difíciles, en este momento en que la experiencia toma una especial relevancia y resulta imprescindible para aprovechar las oportunidades y salir fortalecidos de estas transiciones.
Nuestra banca es solo una, es una banca mexicana con las mismas reglas, con los mismos principios y, sobre todo, con el mismo objetivo.
La calidad en nuestros productos implica competencia entre nuestras instituciones, pero un compromiso nos une: el ofrecer los mejores productos y servicios financieros a todos los mexicanos; el volvernos no sólo promotores sino aliados de todos nuestros clientes, crecer con ellos y, de esta forma, contribuir al desarrollo del país.
Frente a la incertidumbre que viene del exterior, los bancos mexicanos ratificamos nuestro compromiso para ser un factor que apuesta por su país, por su gente y por sus empresas.
Señoras y señores, la Asociación de Bancos de México surge en 1928 o 24, ahí no nos hemos puesto de acuerdo, pero aquí dice 28, entonces en el 28 que, creo que, ¿quién dijo 24? El Secretario, ¿verdad? Pero el Presidente dijo 28, entonces, surge en 1928, el momento cuando nuestro país salía de un prolongado periodo de inestabilidad. Desde entonces, a través de diferentes etapas, siempre nos hemos esforzado por apoyar el desarrollo armónico y sustentable de nuestro país.
Hoy, como hace casi 90 años, en medio de un entorno incierto, los bancos tenemos muy clara nuestra responsabilidad y con voz alta decimos que somos factor de certeza para nuestro país.
En estos tiempos, cuando algunos optan por el pesimismo, por la anticipada derrota, por el conflicto o la desunión, en la Banca vemos un México de gran potencial, un México diverso, joven y participativo, un México que es capaz de brincar cualquier muro.
Permítanme comentarles una reflexión personal.
Entre 92 y 94 se negoció el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, a nosotros nos tocó, no a todos porque aquí sí hay gente más joven, pero a algunos de nosotros nos tocó ser parte y ver cómo se negociaba este Tratado, y nos tocó ver la preocupación y las caras de miedo, incluso de algunas personas que pensaban que hacer un trato de libre comercio con el país o dos de los países más importantes económicamente hablando y con un comercio muy, muy fuerte, era un suicidio que México no podría competir contra esas economías tan evolucionadas, con esas capacidades tan desarrolladas.
Sin embargo, se firmó. Y hoy a 25 años de que comenzó esa negociación lo que vemos es la preocupación de algunas personas porque pudiera ser que se viera afectado ese Tratado de Libre Comercio. Eso es lo que México sabe hacer, eso es lo que ha hecho en nuestra historia, no sólo lo firmamos, sino que fue tan exitoso para nuestro país que hasta el Presidente Trump está preocupado, les ganamos la partida a quienes les teníamos miedo, y hoy en día lo volveremos a hacer y la Banca va a estar presente para acompañarla al país y a que volvamos a hacer una historia de triunfo en el futuro.
Nuestro país y sus bancos hemos transitado momentos de grandes retos. Sabemos cuál es nuestra tarea y sabemos cómo hacerla. Ante la incertidumbre y la complejidad aportaremos certeza, inversiones y estrategias de largo plazo.
Frente a un entorno complejo y que eleva el costo del crédito, responderemos con creatividad y competencia, pero sobre todo mantendremos un sistema bancario sólido, robusto y competitivo que nos permita seguir siendo una pieza fundamental del progreso de México.
Estoy convencido de que nuestro país es grande y no lo digo como una frase armada que debe usarse cada vez que los tiempos apremian; lo digo porque nuestra historia nos muestra que toda dificultad se supera si trabajamos con unidad.
Lo digo porque el presente nos deja ver un México con grandes recursos, con enorme vitalidad y sin miedo a la competencia.
Confío en que el futuro del país será venturoso si juntos tomamos las decisiones responsables y sensatas que se ameritan. Puedo asegurarles que en ese futuro venturoso encontrarán, como han encontrado en el pasado y como encuentran hoy, presente a la Banca apoyando a México.
Muchas gracias.
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