Versión estenográfica
Acapulco, Gro., 23 de marzo de 2017


Conferencia

Luis Videgaray Caso,
Secretario de Relaciones Exteriores


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- MAESTRO DE CEREMONIAS: Continuando con nuestro programa, nuestro siguiente ponente es el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray. Su ponencia será moderada por el Presidente de la ABM, Luis Robles.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muy buenas tardes a todos. Es un privilegio contar con el Canciller Luis Videgaray Caso en esta Convención Bancaria.

Luis no necesita presentación. Me pasaron un currículum como de tres páginas. Todos te conocemos, te apreciamos mucho, reconocemos todo lo que has hecho por México, y lo que estás haciendo hoy, que es una labor muy importante para el futuro de nuestro país.

Y, sin más, si te parece, Luis, nos das una plática del tiempo que consideres pertinente y procedemos a interactuar con el público respondiendo, una vez terminada la plática, las preguntas que recibamos del mismo.

- LUIS VIDEGARAY CASO: Muchas gracias, Luis. Y muchas gracias a todos. Es un privilegio estar nuevamente aquí en Acapulco, en la Convención Bancaria. Y agradecer particularmente a Luis Robles por la invitación.

Luis, muchas, muchas gracias. Es un espacio fantástico de diálogo, no solamente con la banca mexicana, porque aquí a la Convención Bancaria acude gente que forma opinión, que toma decisiones muy importantes para la vida nacional.

Quiero agradecer también al Secretario de Hacienda, porque fue Pepe Meade quien me pidió, me convenció que viniera, porque ya les había dicho que no, y yo agradezco mucho el que el Secretario de Hacienda me haya abierto este espacio, que es naturalmente un espacio del Secretario de Hacienda.

Para mí es un privilegio y le agradezco también mucho a Pepe y a toda la Asociación de Bancos de México, con la que en el pasado he tenido una oportunidad muy grata de trabajo y ahora me da mucho gusto verlos nuevamente y tener la oportunidad de platicar un poquito.

Indudablemente el tema que tal vez capta mayor la atención, la preocupación de millones de mexicanas y mexicanos, de directores de empresas, de tomadores de decisión, es nuestra relación con Estados Unidos y el futuro de nuestra relación con Estados Unidos.

Indudablemente para México, no es un secreto para nadie, la relación con Estados Unidos es la relación estratégica que tiene un mayor efecto sobre la economía nacional y sobre la vida concreta de las y los mexicanos. Esto es un hecho que no está discusión, y por lo tanto, lo que pasa es que la relación con Estados Unidos siempre es importante para México.

Sin embargo, ahora estamos enfrentando una circunstancia inédita y, por lo tanto, la relación con Estados Unidos que siempre ha sido prioritaria, hoy se vuelve determinante para el futuro de México, y probablemente no solamente para el futuro de los próximos años, de lo que se decida de cómo se resuelvan el diálogo, las negociaciones con Estados Unidos, en buena medida va a determinar cómo será la convivencia en Norteamérica y, por lo tanto, la vida económica y social de México en las próximas décadas.

¿Qué podemos decir de cómo está México, cómo está el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, enfrentando este reto singular?

Primero, tenemos que tener claro que estamos enfrentando un hecho inédito, donde desde el centro del poder en Estados Unidos, desde la Casa Blanca, se están cuestionando muchas de las cosas que dábamos por hecho, y que habían sido en buena medida construidas por el propio Estados Unidos.

Por ejemplo, la arquitectura multilateral, el sistema de Naciones Unidas, la Organización Mundial de Comercio, la apertura comercial, la promoción del libre comercio, en buena medida fue algo que promovieron los Estados Unidos.

Las instituciones globales han tenido siempre como un pilar a partir de la posguerra, a partir de su creación en 1945 a los Estados Unidos, y ahora nos enfrentamos a este hecho inédito que desde donde se está cuestionando a las instituciones y a las políticas que han sido consenso durante mucho tiempo, es desde el propio Estados Unidos. Esto es un hecho inédito.

Para México, la llegada del Presidente Trump ha significado varias cosas.

La primera, y hay que decirlo con claridad, México se siente agraviado. Los mexicanos nos hemos sentido profundamente ofendidos por el trato, por las expresiones injustas, incorrectas, desinformadas que ha habido hacia México. Y hoy ese sentimiento que tenemos todos es parte de una realidad.

En segundo lugar, prevalece una muy importante incertidumbre. Hay empresas que no necesariamente toman decisiones de contratar personal, de comprar maquinaria, de adquirir una nueva instalación, porque están esperando a ver qué ocurre, particularmente en nuestra relación comercial.

Hay incertidumbre en los mercados financieros, la observamos, ustedes lo conocen mejor que yo, lo viven todos los días.

Hay incertidumbre también respecto a qué va a pasar con los mexicanos en Estados Unidos, qué va a pasar con estos 5 y medio millones de mexicanas y mexicanos que están de manera indocumentada o irregular en los Estados Unidos, pero que sin embargo, llevan muchos años ahí la mayoría, y todos los días contribuyen con su trabajo honesto y dedicado a la economía de los Estados Unidos. Hay una enorme incertidumbre.

Pero hay un tercer elemento, es que todos entendemos la prioridad, y que todos entendemos que necesitamos --que a México le conviene— llegar a un acuerdo, que México tiene que buscar la vía de resolver los problemas.

Yo no he escuchado a nadie que me diga: “esto no es importante”, hay un enorme debate sobre cómo abordar el problema, cuál debe ser la estrategia, pero nadie discute que esto es un tema importante.

¿Cómo está enfrentando el reto el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, el gobierno de México?

En primer lugar, entendiendo que este es un momento en que debemos diversificar nuestra relación con el mundo. Si para México siempre ha sido importante el abrir mercados, el tener nuevos acuerdos comerciales, hoy esto se vuelve todavía más importante, por lo tanto, la primera respuesta en nuestra relación con Estados Unidos es precisamente estar en el resto del mundo, reforzar, hacer más profunda nuestra integración comercial con el resto del mundo y también nuestra relación política.

Empiezo primero destacando el caso de América Latina, una región en la que tenemos mucho más allá que vínculos comerciales, México es y siempre seguirá siendo un país latinoamericano y debemos actuar con mayor presencia en la región, presencia económica y presencia política.

Tenemos una muy sólida alianza con Chile, Perú y Colombia, la Alianza del Pacífico, donde ya el 94 por ciento del comercio se hace libre de aranceles, hay integración de personas, hemos eliminado las visas, pero ahora estamos negociando acuerdos comerciales al mismo tiempo con Brasil y con Argentina, que son los dos grandes mercados que han representado todavía un obstáculo para nuestra consolidación de la presencia en el continente latinoamericano.

Y por supuesto, no se trata solamente de tener una mayor presencia económica sino también un mayor diálogo político, que ahí se inscribe el que México está jugando un papel, por ejemplo, más activo en los temas que tienen que ver con Venezuela.

En segundo lugar, tenemos la región del Asia-Pacífico, donde México, como muchos otros países de buena fe, invirtieron muchas horas, mucho talento en la creación del Acuerdo TPP, un acuerdo que para efectos prácticos no ocurrirá porque no es un acuerdo que haga sentido sin la presencia de Estados Unidos, por lo menos no en su forma actual.

Sin embargo, esto no significa que para México esos mercados no sean importantes, y hemos acordado apenas la semana pasada en Villa del Mar, expandir nuestra relación hacia la región Asia-Pacífico, a los países de la alianza del Pacífico y vamos a negociar con países con los cuales podamos llegar a acuerdos de alta calidad, con los mejores estándares comerciales y también que podamos llegar a acuerdos en un plazo razonablemente corto; naturalmente los candidatos naturales son países que eran parte del TPP.

Con Europa estamos en pleno proceso de modernización de nuestro acuerdo comercial, esperamos poder concluirlo este año, lo cual significaría abrir aún más el mercado europeo para las exportaciones mexicanas.

Y seguimos trabajando de cerca con países como Japón, como Corea, como China, que son socios comerciales importantes para nosotros.

Vamos a seguir por este camino, y eso es muy importante tenerlo en cuenta porque, si bien, Estados Unidos es tal vez la relación determinante para muchos aspectos de la vida nacional, tenemos que hacer un esfuerzo estratégico, real, eficaz, de integrarnos más al mundo; de diversificar nuestras relaciones comerciales y políticas.

Por otro lado, con respecto a Estados Unidos, lo primero que hay que tener claro es que México enfrenta este proceso con mucha seguridad, tenemos que intentar el diálogo y la eventual negociación con el gobierno de Estados Unidos, con el gobierno de Donald Trump, con mucha confianza en nosotros mimos, con mucha seguridad.

No vamos a entrar a una negociación con miedo, vamos a entrar a una negociación, de hecho en algunos aspectos ha empezado ya este proceso y ahora les voy a compartir en qué vamos. Tenemos que entrar, primero, con una gran claridad respecto a nuestros principios, cuáles son las cosas que habrán de guiar nuestra actuación.

Segundo, tener objetivos específicos, porque si uno quiere entrar a una negociación hay que saber qué quiere, y la agenda no la puede determinar solamente la contraparte.

México en la relación con Estados Unidos tiene que tener claridad en cuáles son nuestros propios objetivos. No solamente Estados Unidos quiere cambiar cosas con respecto a esta relación. Nosotros también tenemos cosas que queremos cambiar. Y tienen que ser objetivos puntuales que podamos evaluar.

Y, tercero, necesitamos tener muy claros cuáles son nuestros límites. Si tenemos claridad con respecto a los objetivos, a los principios y a los límites, podemos entrar a una negociación que puede ser compleja, pero al final de cuentas va a prevalecer el interés nacional.

¿Cuáles son los objetivos? ¿Cuáles son los principios y cuáles son los límites? Con respecto a los principios que nos guían, el primero, el más importante es que no se olvide que México es una nación soberana, y como tal nos tenemos que ver a nosotros mismos, y como tal se lo tenemos que dejar claro a todo el mundo, incluyendo a los Estados Unidos.

¿Qué significa en términos no jurídico-constitucionales ser soberano? Que las decisiones en México las toma México, solamente México. Y no vamos a aceptar imposiciones de nadie más. Y por supuesto tenemos que respetar la soberanía de las otras naciones, son parte de las reglas del juego.

En segundo lugar, un principio fundamental, respeto al Estado de Derecho. México no está promoviendo la violación de las leyes ni de México ni de Estados Unidos y mucho menos de los tratados internacionales.

Esto aplica, por ejemplo, cuando pensamos en el tema de protección a los migrantes. México está teniendo un gran despliegue de protección consular, de orientación y defensa jurídica; pero siempre con respeto al Estado de Derecho del propio Estados Unidos.

En el momento en que México promoviera una actitud diferente, toleráramos o fomentáramos la ilegalidad, no tendríamos ninguna legitimidad para pedir que se respeten los derechos de los migrantes o que se respeten los derechos de México en el área internacional.

Entonces, segundo principio: Estado de Derecho.

Tercer principio: una negociación constructiva. Estamos convencidos de que esto puede ser una negociación ganar-ganar, y siempre México va a llegar a la mesa con apertura, con ideas frescas, a buscar que esto sea una negociación ganar-ganar. Al final de cuentas la integración económica, el comercio genera valor, genera mucho valor. Hay estructuralmente siempre una oportunidad de generar algo que sea ganar-ganar.

Cuarto principio muy importante: en la materia comercial esto es una negociación trilateral, no es una negociación bilateral, el panel anterior lo dejó clarísimo, esta es una negociación trilateral, es México, es Estados Unidos y es Canadá.

Quinto principio y tal vez el que operacionalmente es más importante: integralidad. No rehuimos ninguno de los temas, estamos dispuestos a hablar de todos los temas, pero de una manera integral; nada está acordado hasta que todo esté acordado. Imaginen ustedes que llegáramos, por ejemplo, a un acuerdo de cooperación en materia migratoria y que posteriormente fuera frustrante nuestro acuerdo en otra materia, como la comercial.

La relación con Estados Unidos es la relación más amplia y más compleja que tiene México en el mundo y la tenemos que ver de una manera estratégica e integral. Estos son los principios.

Ahora, ¿qué objetivos concretos tenemos? Estos objetivos los fijó el Presidente de la República a finales de enero y son los que han guiado nuestra actuación desde entonces, tanto de la Secretaría de Relaciones Exteriores, como de todas las áreas de gobierno que están involucradas en esta relación.

Primer principio, y ese es tal vez el más importante en este momento: respeto y protección a los derechos humanos de los mexicanos. Por supuesto es algo que nos preocupa mucho que ante las nuevas disposiciones de carácter migratorio se viole lo esencial, lo fundamental, que es la dignidad de la persona, sus derechos fundamentales, sus derechos humanos, el debido proceso y los derechos civiles.

Por lo tanto, el gobierno mexicano está haciendo un despliegue muy importante de protección. Se ha ampliado, gracias a la gestión de los legisladores de todos los partidos, el presupuesto de los consulados.

Estamos llevando una estrategia de protección legal a los mexicanos que incluye desde informarlos, tener mejor diagnóstico de la situación individual de cada quien, ir al litigio de las cortes y en las instancias en Estados Unidos, y si es necesario, y lo hemos dicho más de una vez y aquí lo repito, si se presentan violaciones que ameriten la actuación de México ante las instancias internacionales no habremos de titubear en ello.

Un primer objetivo fundamental es la defensa, insisto, de la dignidad de los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos.

En segundo lugar, la política migratoria tiene que ser coordinada y lo que queremos es que prevalezca la coordinación en materia migratoria.

El gobierno del Presidente Obama, contrario a lo que la imagen que a veces se tiene, fue el gobierno que más deportaciones hizo a México: en ocho años 2.8 millones de deportaciones. Sin embargo, esto nunca fue hecho de una manera descoordinada. Hay protocolos, hay acuerdos de repatriación que deben permitir el que México reciba de manera funcionalmente operable a los migrantes, y es muy importante que prevalezca e incluso que mejore la coordinación en materia migratoria.

En tercer lugar, un objetivo fundamental que tiene que tener México es invertir en el desarrollo de Centroamérica. Particularmente los países que llamamos el Triángulo Norte: Guatemala, Honduras, El Salvador, que hoy son el origen fundamental de migrantes que llegan a México con la intención, no de quedarse aquí sino de atravesar el territorio y llegar a los Estados Unidos.

Esto que es un problema que ha dado una situación, una realidad migratoria que ha cambiado enormemente los flujos de migrantes Se estima superan centroamericanos que ingresaron a México con este propósito el año pasado superan los 400 mil.

Son ya más los centroamericanos que quieren llegar a Estados Unidos por la vía de México, muchos más, que los propios mexicanos que quieren llegar.

De hecho el fenómeno migratorio ha cambiado mucho. Hoy México recibe más mexicanos de los que salen hacia Estados Unidos y así llevamos más de 10 años.

Lo que ha cambiado también es que ahora somos un país de tránsito. ¿Pero cuál es nuestra perspectiva al respecto? Si solamente apostamos al control migratorio, a detenerlos en la frontera, a realizar el proceso de repatriación, estaríamos ignorando las causas fundamentales.

Tenemos que invertir en el desarrollo y en la estabilidad en el triángulo Norte, de Centro América, y aquí Estados Unidos tiene que tener un compromiso explícito, Estados Unidos tiene que tener un compromiso como alguien que tiene un interés natural y evidente en la región, que es invertir, y estamos dispuestos y estamos ávidos de hacerlo de manera conjunta con Estados Unidos, con otros socios también como puede ser Colombia, Canadá; este es un proceso importante.

Una de las cosas que acordamos en la visita del Secretario Tillerson, el Secretario de Estado a México, hace algunas semanas que estuvo, fue precisamente tener un nuevo grupo de trabajo con un enfoque de desarrollo sobre América Central.

Cuarto objetivo: las remesas. Las remesas deben de permanecer sin afectarse, sin hacerse más tortuosas, sin imponerles costos adicionales.

Esta es una cosa fundamental para la economía mexicana, todos sabemos que alrededor de 26 mil millones de dólares ingresan a México por las divisas, esto es un flujo macroeconómico muy relevante, pero hay algo, incluso, más importante que la dimensión macroeconómica de las remesas, que es la dimensión social.

Las remesas llegan fundamentalmente a familias de bajos ingresos, muchas de ellas en el campo, en las localidades rurales, y representan hoy un gesto solidario de quienes migraron a Estados Unidos para darle soporte a sus familias. Por lo tanto, esto tiene que ser una prioridad, que no se afecten las remesas.

Quinto objetivo: en materia de combate al crimen organizado, particularmente, al narcotráfico.

Este tiene que ser un tema que esté en la mesa, y la agenda de México debe de ser proactiva y señalar que Estados Unidos tiene que asumir su responsabilidad en el problema particularmente en tres frentes.

Primero, atender el problema de consumo, porque es un hecho que esto es un mercado donde la demanda genera el mercado.

Segundo, detener los flujos ilegales, no los que van de sur a norte, que son de los que normalmente se habla, sino detener los flujos que vienen del norte hacia el sur: armas y dinero en efectivo. Por cierto, dinero que no llega a través de las sucursales de ninguno de ustedes, no son SPEIs, pero es el flujo financiero que de manera ilegal le permite a las organizaciones criminales funcionar.

Y, por supuesto, si el 94 por ciento de las armas que llegan a México llegan por la frontera de Estados Unidos quiere decir que ahí hay un elemento que si no lo controlamos y no se asume una responsabilidad por el lado de Estados Unidos, no vamos a poder ganar esta batalla. Por lo tanto, tiene que haber un compromiso de parte de los Estados Unidos en esta materia, ese es un objetivo.

Entrando a la relación económica, un objetivo fundamental, el Tratado de Libre Comercio debe de seguir siendo de libre comercio.

¿Se puede modificar el TLCAN? Por supuesto que sí, yo soy de los que está convencido que la postura de México no debe ser reactiva, debemos nosotros, de una manera clara, inequívoca, también proponer los cambios que queremos que se le hagan al Tratado.

Es un Tratado que tiene más de 20 años, que ha significado enormes beneficios para todos, no solamente para México sino para los tres socios, pero, por supuesto que puede modificarse, siempre y cuando siga siendo un tratado de libre comercio.

Y en ese sentido, creo que vamos bien. Si ustedes escuchan las declaraciones recientes del Secretario de Comercio o del Director de la Oficina de Comercio de la Casa Blanca, todos apuntan en esta dirección: de que podemos llegar a una revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que implique un ganar-ganar para ambas partes.

Séptimo objetivo, la revisión del tratado tiene que incluir nuevos sectores. Hay sectores que no existían, simplemente por el cambio tecnológico, por ejemplo, el comercio electrónico, todo lo que tiene que ver con el internet, que en 1994 apenas empezaba y hoy es una parte dominante de la actividad económica y social.

Pero también ha habido cambios profundos en México, reformas estructurales que se pueden reflejar ahora y que es interés de México que se reflejen ahora en las reglas de comercio de América del Norte.

Un punto muy importante, el octavo objetivo, los salarios. México no puede seguir apostando a que vamos a ser competitivos, porque nuestra mano de obra es barata.

El acuerdo de Libre Comercio tiene que permitir, el libre comercio debe de permitir que ganen todos, empezando por los trabajadores, pero estoy hablando no de los trabajadores en Pensilvania o en Ohio o en Michigan; estoy hablando de los trabajadores en México.

No podemos tener un modelo de competitividad internacional que se base en los bajos salarios. El libre comercio tiene que ser algo que promueva la competitividad por la productividad, y que implique una mejora continua de las condiciones de vida de los trabajadores.

Noveno objetivo, muy importante: proteger las inversiones. Las inversiones que se han hecho, que se han hecho de los mexicanos, de los estadounidenses o los canadienses y también del resto del mundo.

Hay mucho capital que ha llegado a México bajo un marco de reglas, y de pronto cambiar las reglas a la mitad del camino, puede significar no solamente pérdidas económicas sino la pérdida de confianza. México quiere seguir siendo un socio confiable para atraer inversión.

Y, muy importante, décimo objetivo: México aspira a tener puentes, no tener muros. Queremos una frontera eficiente, del siglo XXI, que facilite el comercio, que facilite la movilidad de las personas.

¿Qué límites hemos expresado a los Estados Unidos? Bueno, uno obvio, naturalmente, era el que México no participaría en el financiamiento de ninguna barrera física, eso creo que ha quedado claramente expuesto.

Hay otros muy importantes también, por ejemplo: no vamos a aceptar la aplicación extraterritorial de las disposiciones domésticas. Estados Unidos, ni ningún otro país puede decidir que a México van a entrar ciudadanos de terceros países; sólo México decide quién entra a México.

Y si la postura del gobierno norteamericano es que van a mandar a México migrantes, que prefieren no tener ahí migrantes de otros países, de Centroamérica, de Sudamérica, nos los quieren mandar, esa es una decisión que no puede tomar Estados Unidos, esa decisión sólo la tomamos los mexicanos.

Y por supuesto, una línea que no estamos dispuestos a tolerar es el que no se respeten los derechos fundamentales de los mexicanos. Y acudiremos a todas las instancias internacionales.

El gobierno del Presidente Trump empezó hace 60 días aproximadamente y hoy, podemos hacer una reflexión de qué hemos logrado en estos primeros 60 días.

Algo muy importante, que a veces pasa desapercibido, es que tal vez México es uno de los países que tiene una mayor interlocución establecida y funcional con el nuevo gobierno de los Estados Unidos. Tenemos una relación muy frecuente, una relación fluida, que nos está permitiendo abordar todos los temas de la agenda.

Y eso se muestra, por ejemplo, en que las contrapartes están trabajando: el Secretario de Hacienda se ha reunido ya un par de veces con el Secretario del Tesoro; el Secretario mexicano de Economía fue el primer secretario de comercio en reunirse con el Secretario de Comercio de los Estados Unidos; acaban de reunirse los procuradores. Y esto es algo que sin duda es muy importante para la normalidad y la funcionalidad de esta relación.

¿Qué otra cosa ha sido muy importante que hemos logrado hacer? Es comunicar claramente esto que acabo yo de platicar: cuáles son nuestros objetivos y cuáles son nuestros límites. Y tener un mejor entendimiento de cuáles son los objetivos de ellos; para llegar a una negociación exitosa, pues hay que entender qué quieren, las contrapartes tienen que entenderse.

También hemos comunicado de una manera muy clara cuál es el sentimiento nacional. Se lo dijimos al Secretario Tillerson y al Secretario Kelly. Hoy en México hay un agravio, y este es un agravio que solamente podremos superarlo con los hechos, más que con los dichos.

Tenemos que trabajar para que la relación hoy y mañana de México y Estados Unidos, sea una relación en la que ganemos todos y que superemos los agravios a partir de los buenos acuerdos y de las buenas acciones.

Y algo muy importante que quiero destacar es que toda la negociación se está dando ya sobre el principio de integralidad. No estamos discutiendo en canales separados; no estamos separando los tiempos, estamos haciéndolo de una manera integral, y así ha sido aceptado ya por nuestras contrapartes.

¿Qué esperar? Primero, va a haber mucha continuidad en el diálogo entre las contrapartes. En materia comercial hay un calendario bastante claro, que depende del momento en que el gobierno de los Estados Unidos comunique a su Congreso que iniciará las negociaciones bajo las reglas de lo que se conoce como el TPA o el "fast-track". Seguramente esto ocurrirá, por lo que nos han comunicado reiteradamente, en los próximos días.

Y esto nos lleva a que la negociación formal en materia comercial, la negociación sustancial en materia comercial, empezará por ahí de finales de junio o probablemente a principios de julio.

Esta negociación la va a encabezar el Secretario de Economía, quien, por cierto, debo decirlo, eso nos debe dar tranquilidad a todos: tenemos un gran equipo negociador en materia comercial, tenemos un extraordinario Secretario de Economía, ojalá que la próxima vez lo inviten para que nos platique, aquí en la Convención Bancaria, lo que seguramente será para entonces un resultado muy positivo.

Esta negociación empezará a mediados del año, tomará los tiempos normales de una negociación comercial, pero creo que ha empezado bien, los mensajes se han alineado de la mejor manera.

¿Qué estamos haciendo en ese sentido? La Secretaría de Economía está conduciendo un proceso de consulta, donde el sector financiero debe de ser parte importante de este proceso de consulta.

No debemos esperar que esto sea un proceso necesariamente ni convencional ni lineal.

Tenemos que estar preparados, porque habrá sobresaltos. La experiencia de los últimos dos meses, la experiencia de otras naciones, el trato con el nuevo gobierno de Estados Unidos así lo indica.

Nosotros debemos de tener serenidad, tenemos que actuar con inteligencia, que no se confunda la serenidad y la inteligencia con la falta de firmeza, que no se confundan las formas de la diplomacia con la falta de claridad, que no se confunda la falta de estridencia con la falta de una estrategia.

Vamos a un proceso que sin duda será inédito, porque inédita es la circunstancia, inédita es nuestra contraparte, pero teniendo claridad en lo que queremos lograr, teniendo una ruta, y sobre todo, lo que no se nos debe de olvidar, y esto es con lo que quiero cerrar, porque a veces los mexicanos no nos damos suficiente cuenta, teniendo la confianza de que México es muy importante para Estados Unidos.

Estados Unidos es importantísimo para México, de eso no hay duda, pero a veces no dimensionamos lo que México representa en materia económica, en materia migratoria, de seguridad, de inversiones, lo que México representa para esta nación, que es una nación amiga, es un socio, es un aliado.

Y con esa convicción, con esa confianza estamos trabajando, todos los días, y estoy seguro de que habremos de llegar a buen puerto.

Gracias.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muchas gracias, Luis.

Canciller, yo celebro que estés en esta negociación, que de alguna manera la encabezas, acompañado de un gran equipo como es el Secretario de Economía, Guajardo. Celebro que estés tú porque tu claridad, los puntos perfectamente definidos que siempre te han caracterizado, han sido expuestos aquí en un periodo verdaderamente corto de tiempo, y tienen una profundidad enorme y eso lo aprecio y doy gracias a México de tener ciudadanos cómo tú que trabajen para el país.

- LUIS VIDEGARAY CASO: Gracias, Luis.

- LUIS ROBLES MIAJA: Y permíteme hacerte una pregunta, porque me llamó la atención que mencionaste algo que está ahí, que siempre ha habido una cierta falta de claridad, digámoslo, o si no falta de claridad, cierta resistencia por parte del Gobierno de México respecto de Venezuela.

Venezuela, sabemos hoy que es un Estado con problemas muy graves.

Casualmente veía hoy en la mañana una entrevista que le hicieron al señor Hugo Chávez cuando era candidato, y él prometía que no se iba a reelegir, prometía que habría de promover la inversión extrajera, prometía toda una serie de cosas. Y hoy vemos que políticamente y económicamente Venezuela pasa por situaciones muy complejas: los derechos humanos realmente se están violando en Venezuela.

Y hay una cierta, vamos a decirlo así, falta de claridad por parte del Gobierno mexicano respecto de los acontecimientos políticos y sociales en Venezuela y en particular de la delicada situación que vive el gobierno de Maduro y la oposición.

Mencionaste claramente, aunque muy brevemente, la palabra Venezuela cuando hablabas de la integración de América Latina. ¿Hay alguna posición que el Gobierno mexicano vaya a plantear, que resulte novedosa o resulte más pública sobre la situación en Venezuela?

- LUIS VIDEGARAY CASO: Gracias, Luis. Es un tema enormemente importante. Por cierto, el tema principal de esta Convención, que es “El dilema global: liberalismo contra populismo”, sin duda podría guiar una discusión sobre Venezuela; pero no me quiero enfocar en ello, a final de cuentas es al pueblo venezolano al que le compete determinar su política económica, estemos o no de acuerdo con esa orientación.

Pero realmente un tema que le atañe a México y le atañe al resto de la comunidad americana, al continente americano, es una violación sistemática a los principios de la democracia. México tiene principios fundamentales en nuestra Constitución que rigen nuestra política exterior, donde hablamos, no solamente de la libre autodeterminación de los pueblos, sino también de los valores de los derechos humanos y de la democracia.

Y hoy es un hecho que la democracia se encuentra en una situación crítica en este país hermano y querido, entrañable para México, que es Venezuela.

La semana pasada el Secretario General de la OEA emitió un informe a la Organización, a los países miembros, donde señala muy graves faltas al Estado de Derecho y a la democracia, y propone un curso de acción.

Ante esto, México tiene que tomar una decisión. ¿Cómo vamos a responder ante este informe? ¿Vamos a simplemente ignorarlo? ¿Vamos a tener un papel pasivo? ¿O vamos a tomar una posición?

El Presidente Enrique Peña Nieto es de la convicción de que tenemos que tomar una posición, una posición que sea al mismo tiempo respetuosa de la soberanía venezolana, pero que también ponga el acento en la gravedad de la crisis democrática que existe en Venezuela.

Y, segundo, que lo hagamos de una manera colectiva, construyendo una posición conjunta de los países de la región.

La semana pasada, al recibir este informe, llamamos a consulta a nuestros embajadores en Venezuela y también en la OEA, y empezamos una intensa etapa de diálogo con otros países, y hoy lo que tenemos es, a propuesta de México, un comunicado, una declaración de un grupo de países de la organización de estados americanos, incluyendo Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, varios de los países de Centroamérica, por supuesto también Estados Unidos y Canadá, en el que se exhorta al gobierno venezolano a que con pleno respeto a su constitución y a través del diálogo con las oposiciones se reestablezca la democracia.

En específico, que se reestablezca un calendario electoral, porque las elecciones locales fueron suspendidas; que se reestablezcan las facultades constitucionales de la Asamblea y que se atienda y se solucione el programa de los presos políticos.

Esos son los objetivos inmediatos; y sí, es cierto, tal vez representa un papel más activo de México en la región, pero es un momento en el cual México no puede estar ausente de la región de la que pertenecemos, donde no solamente estamos por geografía, sino estamos por cultura y estamos por identidad.

Así que con pleno respeto a la soberanía de ese país y con un gran cariño al pueblo venezolano, México junto con un conjunto de naciones de los estados americanos alza su voz, una voz que pretende ser constructiva y que pretende ser útil para resolver esta situación.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muchas gracias, Luis.

Están llegando bastantes preguntas y tenemos que ser muy puntuales, con lo cual me voy a ir un poquito rápido.

Pero antes de entrar a temas puntuales de nuestra relación con América del Norte, quisiera hablar un poco de la relación con América del Sur, con América Central y América del Sur.

Todos sabemos, y del comentario general que hiciste también sobre la apertura a otras regiones como es Asia Pacífico; todos sabemos que, y yo particularmente pertenezco al grupo del sector privado que participa en las vías del pacífico, todos sabemos que hay muchas intenciones muy favorables para lograr la integración de esta región, por lo menos de la alianza del pacífico en el corto plazo.

Se ha avanzado mucho en terreno de la negociación política, económica, empresarial; pero también las dificultades de ya lograr llevar estos acuerdos a la práctica dada la falta de conectividad, dada la lejanía, dada la falta de infraestructura para poder lograr realmente una integración económica en el corto plazo, parecería que esa política que es indudable, que se tiene que tomar ya en cualquier caso y que se ha tomado en el pasado, esto no es nuevo, parecería que tendría resultados en el muy mediano plazo.

En otras palabras, la relación con América del Norte, hablaba Jaime Serra en el panel anterior, ha invertido mucho en conectividad, hacía algunas reflexiones, sobre la infraestructura física y tecnológica que hay con la conectividad de América del Norte y la conectividad con América del Sur, aunque ha mejorado, sin duda alguna, sigue siendo muy deficiente; lo cual realmente impide que estos mercados, y por no decir otros como Asia Pacífico, sean opciones a mediana y largo plazo.

¿Ves alguna fórmula de acelerar esta integración más allá de todos los acuerdos de la voluntad, que a mí me consta porque he participado en unas reuniones con los líderes de estos países, por lo menos de la Alianza del Pacífico, de lograr esa mayor integración económica real?

- LUIS VIDEGARAY CASO: La conectividad por la vía de la infraestructura, Luis, creo que tiene dos dimensiones; una, en nuestra relación, por ejemplo, con Asia o con Europa es el primer elemento son los puertos, y en esta administración se ha invertido más que nunca en los puertos, se está duplicando la capacidad de manejo de carga de los puertos mexicanos.

Por ejemplo, el Puerto de Veracruz, que está en un proceso de expansión muy acelerado, las inversiones en Lázaro Cárdenas son muy evidentes, tenemos nuevas terminales y nuevas capacidades, y esto es lo que permite que tengamos una integración eficaz, por ejemplo, con Asia Pacífico, y también la importancia de la conectividad al interior del país hacia los puertos, no solamente los ejes que van hacia el norte-sur, sino los que son transversales, que es mucho del plan de infraestructura enfocado en esto.

Tal vez el elemento más importante en cuanto a la falta de infraestructura lo tenemos con Centroamérica, donde mucha de nuestra capacidad de aprovechar estos mercados y de lograr un mejor nivel de vida en Centroamérica se detiene por falta de infraestructura.

Por eso el acento de México ha sido, por ejemplo, tenemos el fondo de Yucatán, donde invertimos, México invierte recursos de los contribuyentes mexicanos en generar infraestructura, conectividad en Centroamérica; con dinero de los contribuyentes mexicanos se han financiado puentes y carreteras en lugares como Nicaragua o como con Honduras, o estamos trabajando con Guatemala en el desarrollo de mejor infraestructura de conectividad fronteriza.

Dos elementos fundamentales de prioridad para el gobierno mexicano es la conectividad en gas natural con América Central, tenemos un proyecto avanzado, y la conectividad eléctrica, estamos ya muy cerca de lograr que la región centroamericana tenga conectividad con la red de la Comisión Federal de Electricidad, lo cual no nos permitiría tener un mercado de electricidad regional mucho más eficiente en beneficio de todas las partes.

Entonces, estamos hablando de cuellos de botella que se están solucionando como se solucionan los cuellos de botella, uno por uno.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muy claro.

Entrando ya propiamente a la relación con los Estados Unidos y Canadá, a la región de Norteamérica, de la cual soy yo un creyente muy convencido, ¿qué pasa con Canadá? A veces escuchamos que hay mensajes que se filtran en la prensa, ya sea de buena o mala fe de que Canadá puede tener un trato distinto, de que Canadá tiene su propio TLC previo a la entrada en vigor de nuestro TLC, que en su caso quedaría vigente, que si los problemas de Canadá se limitan a temas muy particulares, ¿cuál es la postura?, porque lo que tú dijiste con claridad uno de los principios rectores es, este es un tratado de América del Norte, Estados Unidos, Canadá y México.

¿Y qué pasa con Canadá? Porque sigue en el ambiente la duda por lo menos para los no informados, los que no estamos en el día a día en las sesiones, a pesar de las declaraciones del Primer Ministro y de algunas otras que hemos leído oficiales, sigue la duda si esto sí va a ser un proceso trilateral o si los americanos eventualmente pudieran dividir con vidas arbitrar y obtener beneficios para sus propios intereses.

- LUIS VIDEGARAY CASO: No hay duda, Luis, de cuál es la postura del gobierno canadiense, Canadá es un extraordinario socio de México en muchas materias, incluyendo la comercial, y es un aliado de México, un aliado importante.

Si uno se atiene a las declaraciones de Primer Ministro, ve a la Canciller, ve al Ministro de Economía, que acaba de estar la semana pasada con nosotros en México, es absolutamente clara cuál es la postura del gobierno canadiense, no hay duda; han sido reiterativos públicos y contundentes, aspiran a que cualquier modificación que se haga al Tratado de Libre Comercio trilateral, sea trilateral.

No solo eso, la comunicación que tenemos con el gobierno canadiense es una de las más intensas que tenemos con cualquier otro socio con el mundo.

En lo que va del año, probablemente el jefe de gobierno con el que más ha hablado el Presidente Peña Nieto ha sido con el Primer Ministro Trudeau, yo tengo contacto con la Canciller Freeland prácticamente cada semana, por la vía telefónica.

Nos hemos reunido, hemos estado el Secretario de Economía y yo en Toronto, nos hemos visto en otros foros multilaterales, vino para acá el Secretario de Comercio.

Yo creo que en el tema de Canadá, no debe haber dudas de la posición del gobierno canadiense; ha sido explicita, contundente y clara de que quiere un acuerdo trilateral, que el acuerdo permanezca siendo trilateral.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muy claro.

En términos de proceso, una pregunta que también nos hace el público, hay dos tendencias o dos visiones: la visión de hay que hacerlo rápido, de hecho se habló de ella en el panel anterior; hay que hacerlo rápido porque esto, a pesar de los tiempos que conocemos muy bien qué ya señalaste tú que tienen que obtener la autorización de los 90 días por parte del Senado de los Estados Unidos para iniciar formalmente el Congreso, y en el verano, que es un periodo de receso del Congreso Norteamericano.

Pero hay que hacerlo rápido, ¿por qué? Porque está frenando inversiones, como tú mismo lo mencionaste en la introducción. Hay certidumbre, aunque si bien ya es un factor relevante en el tipo de cambio, en su momento lo fue y fue muy significativo, hay más tranquilidad en los mercados, al menos esa es mi lectura.

Pero hay otra posición, que es: vayámonos con el tiempo que sea necesario, el tiempo está a nuestro favor, no nos aceleremos.

En el panel anterior decía, hay un elemento también coyuntural importante en ambos países, hay elecciones en el 2018, allá, en la Cámara de Representantes, aquí, la Presidencia de la República, por supuesto, la más importante.

¿Qué hay del tiempo? Porque hay la sensación de que vamos a hacerlo rápido porque así levantamos incertidumbres, viene inversión, nos acercamos a procesos electorales que no nos convienen a ninguno de los dos países.

O la otra visión: vámonos con calma, vamos a tomar las cosas con seriedad, y no que en la primera no se tomen con seriedad, pero, digamos, siempre la prisa es un elemento que…

- LUIS VIDEGARAY CASO: Es una pregunta súper relevante, Luis. Creo que hay que hacerlo bien y hay que hacerlo rápido, pero si tenemos que escoger entre uno de los dos, es más importante hacerlo bien, y si además podemos hacerlo rápido, qué mejor, y para eso estamos trabajando.

Lo que no podemos hacer es ser rehenes de nuestros propios calendarios electorales. Lo que tenemos que hacer es lograr un buen acuerdo para México, aquí se están definiendo muchas cosas que habrán de afectar el bienestar del país en las próximas décadas, y por lo tanto no podemos tener como una referencia obligatoria o ser rehenes nosotros mismos del calendario electoral.

Estamos trabajando, primero para hacerlo bien y para hacerlo bien lo más rápido posible.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muchas gracias, Luis.

Hay varias preguntas del público relacionadas con el tema de la migración.

Yo podría resumirlas de la siguiente manera:

Es evidente, como ya lo mencionaste con claridad, que el problema migratorio de mexicanos hacia Estados Unidos, hoy prácticamente no es un problema, realmente el problema son las personas que transitan hacia los Estados Unidos.

Hablar de desarrollo de los países de la región de Centroamérica, el triángulo que tú mencionas, es un proceso también que lleva mucho tiempo y como también señalaste, tenemos 400 mil centroamericanos que cruzan anualmente por las fronteras, además en condiciones que pudieran eventualmente estar afectando la dignidad de ellos mismos en el proceso de cruce.

Entiendo muy bien tu planteamiento, no podemos poner nosotros un muro por replicar la fórmula que ha mencionado el Presidente Trump en la frontera con América del sur.

Pero eventualmente siendo pragmáticos, aun con el compromiso de los Estados Unidos y un firme compromiso, no vamos a lograr que Honduras, que Guatemala se transformen en el corto plazo y seguirá habiendo un problema migratorio.

¿Tienes una visión de corto plazo para atender esta problemática?

- LUIS VIDEGARAY CASO: Es un hecho que la solución de fondo, lo repito y que no debemos de ser omisos, al contrario, debe ser nuestra prioridad, es invertir en el desarrollo y en la estabilidad de los pueblos de Centroamérica, particularmente el triángulo del norte.

Ahora bien, tenemos una realidad inmediata que es el fenómeno migratorio, y México ha respondido al fenómeno migratorio.

El año pasado fueron 197 mil centroamericanos los que fueron repatriados por México a su lugar de origen. En México los reciben y los regresan a su país.

No es una cifra menor, es una cifra ya de gran escala, estamos hablando de uno de los fenómenos migratorios más grandes en el mundo ya.

Y esto es algo que seguiremos haciendo, lo vamos a hacer conforme a nuestros principios y nuestras convicciones.

El control migratorio lo ejercemos sin muros, con respeto a la dignidad de las personas, generando mecanismos de trabajo local. Tarjetas de trabajador visitante, por ejemplo; México tiene un problema muy amplio con Centroamérica en la región que permite el trabajo temporal en el sur del país de los migrantes.

Lo estamos haciendo conforme a nuestros principios, conforme a nuestras convicciones, pero estamos por supuesto teniendo que atender un tema de control migratorio, porque es una realidad.

Pero si lo único, y perdón que insista, si lo único que hacemos es control migratorio, el problema no va a disminuir, solamente va a crecer, no podemos ignorar la realidad, tenemos que invertir en el desarrollo de las naciones hermanas de Centroamérica y Estados Unidos tiene que invertir en el desarrollo de Centroamérica.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muy claro, Luis.

Desde el punto de vista del Sector bancario hay varios temas.

Está el tema que tú y yo hemos comentado mucho, en la relación de la región de Norteamérica se avanzó mucho en muy variados temas comerciales y económicos, salvo en uno que hemos tenido retrocesos, que es el tema de la relación interbancaria México-Estados Unidos, somos de-risking, que hoy es objeto de discusiones en el propio Fondo Monetario Internacional.

Bajo tu gestión como Secretario de Hacienda tuvimos avances muy importantes, pero la aspiración, al menos mía, es que México logrará crear junto con Estados Unidos y Canadá el sistema preventivo de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo más sólido y eficiente del mundo.

Esto podría ser parte de una negociación del Tratado, porque esto evidentemente además de las ventajas que conlleva para la propia integración de Norteamérica, también es un elemento importante para combatir ese delito en nuestro país.

Están pensando en alguna fórmula para evitar el "de-risking", sino por el contrario, para fortalecer a los tres países en esta materia, porque también hay que reconocer, --Luis, perdón por tomar tu tiempo-- que en Estados Unidos hay bancos que tienen una concentración importante y avances importantes en materia de prevención, pero también hay 5 mil y pico de bancos que dudo que tengan los niveles de control, sin cuestionarlos, por supuesto, porque esta es una información no basada en datos, que tengan sistemas de control que tenemos nosotros.

- LUIS VIDEGARAY CASO: Yo creo que el de-risking llegó para quedarse, pero el de-risking no debe convertirse en de-banking, hay que pretender eliminar riesgos eliminando la banca o la bancarización genera más problemas de lo que se pretende solucionar, creo que se ha venido avanzando, sin duda, con liderazgo el Secretario Meade ha habido un progreso importante en la materia, estamos mejor de lo que estábamos hace dos o tres años en este tema.

Ahora bien, hay un dato interesante, más que en mi contexto del Tratado del Libre Comercio, en los acuerdos de seguridad, que es, si el problema son los flujos de carácter ilegal. ¿Dónde es mejor controlarlos? ¿Dentro o fuera del sistema financiero?

La posición radical del de-risking) ha sido cualquier cliente o cualquier banco, o cualquier corresponsalía que tenga un mínimo nivel de sospecha, se le saca del sistema financiero. Esa es una escuela de pensamiento.

Realmente, sin embargo, se corre el riesgo de que se desarrolle toda una red de intercambios financieros paralelos en la oscuridad.

Mi convicción personal, y eso es lo que le hemos expuesto al nuevo Gobierno de los Estados Unidos, lo ideal es que las operaciones financieras se realicen a través del sistema financiero y que sea dentro del sistema financiero donde estén los controles de clientes específicos y de operaciones específicas, pero no censurando o sacando del sistema financiero instituciones completas, o incluso, como ha pasado, países completos, países del Caribe, donde los cuales ya prácticamente no existe las banca por estas prácticas.

Si queremos, en nuestra visión de la integralidad del fenómeno criminal del narcotráfico y otras formas de ilegalidad criminal, claramente el sistema financiero puede jugar un papel muy importante, pero necesitamos explorar paradigmas distintos. Y esas son las cosas que se pueden explorar con una nueva administración. Curiosamente el que llegue un equipo nuevo, que trae tal vez más apertura a revisar lo que se ha venido en los últimos años, sin duda representa una oportunidad.

- LUIS ROBLES MIAJA: Luis, ha sido un privilegio tenerte en esta casa, que es tu casa, tú ya eres parte de esta familia y, por lo tanto, esperemos verte muy frecuentemente en las convenciones bancarias. Y, por supuesto, mucho éxito, porque México te necesita, porque esa relación y la integración a Norteamérica es muy importante.

Muchas gracias.

- LUIS VIDEGARAY CASO: Gracias, Luis.

- LUIS ROBLES MIAJA: Muchas gracias a todos.

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