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Versión estenográfica Acapulco, Gro., 22 de abril de 2010.

Lic. Carlos Abedrop

- EL MODERADOR: Corresponde el turno en la palabra al ciudadano licenciado Carlos Abedrop Dávila, ex Presidente de la Asociación de Bancos de México.

- LIC. CARLOS ABEDROP DÁVILA: Señor don Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de México; señor don Ignacio Deschamps González, Presidente de la Asociación de Bancos de México; distinguidos miembros del Presidium, señoras y señores:

Conmovido doy las gracias a la Asociación de Bancos de México por el reconocimiento que me ha otorgado, mismo que cobra especial relevancia al serme entregado por el Presidente de la República.

Mi agradecimiento muy especial, señor Presidente, además por molestarse en venir hasta acá.

Muchas gracias, señor.

Ciertamente es muy emotivo para mí, después de 28 años de que el Gobierno me obligó a abandonar la profesión bancaria, que mis colegas actuales, a través de su octogenaria institución, la Asociación de Bancos de México, me hagan esta distinción.

La recibo con orgullo y añoranza, porque pienso que al igual que la que se hizo a Manuel Espinoza Iglesias el año pasado, estas premiaciones son más que a la persona, a la vieja Banca Privada Mexicana de que formamos parte y que sirvió al país hasta 1982, en que fue arbitrariamente expropiada.

Creo que es de justicia recordar aquí aquel Sistema Bancario y algunas de sus virtudes. Fue una Banca tecnológicamente moderna para su época, seguía de cerca los progresos de la Banca estadounidense, que fue siempre líder en tecnología.

Por otra parte, seguíamos, a través de la Banca Múltiple, el modelo europeo de Banca Universal, sin limitarnos sólo a la Banca Comercial como ocurría en los Estados Unidos.

Fue una Banca que mostró capacidad para apoyar el crecimiento económico, al constituirse en herramienta básica de la política de desarrollismo mexicano, que en su última etapa se llamó desarrollo estabilizador y que dio a México un crecimiento sostenido de 6 por ciento anual por más de 30 años.

Fue una Banca que no sólo financiaba los proyectos productivos de la empresa privada, sino que además participaba en muchos casos con capital de riesgo, lo que resultaba inductivo para inversionistas nacionales y extranjeros.

Fue una Banca con capacidad de apoyar al Gobierno a superar las severas y recurrentes crisis de la época.

A partir de la expropiación de 1982 se inicia un período de decadencia de la Banca Mexicana. En sus siguientes 20 años de azarosa vida fue frágil e insuficiente para apoyar el desarrollo. Llega a este Siglo con fuertes pérdidas que tuvo que afrontar el Gobierno cuando los accionistas habían perdido su capital.

No hubo inversionistas mexicanos dispuestos a recapitalizar los Bancos, la extranjerización fue la única solución para rescatarlos. La necesidad urgente que tenía el País de una Banca eficaz privó sobre el celoso nacionalismo mexicano.

Actualmente México cuenta con un Sistema Bancario sólido, capitalizado y eficiente. Esto le ha permitido resistir los efectos negativos de la crisis financiera mundial que estamos viviendo.

Hoy tenemos una Banca moderna que ha incorporado al mercado mexicano productos y servicios innovadores, que han ampliado la Bancarización y están contribuyendo a mejorar la formalización de la economía y la competitividad del país.

Estos Bancos, operados por mexicanos hasta sus más altos niveles de dirigencia, han sabido aprovecharse de las sanas políticas fiscales y monetarias del Gobierno para repatriar el ahorro mexicano. Este fue un objetivo buscado por décadas y nunca suficientemente logrado por los viejos banqueros.

El Presidente de los banqueros acaba de ofrecernos un magnífico resumen de los avances logrados en los últimos años por la Banca. Lo oí con verdadera satisfacción y lo felicito, a él y a todos sus compañeros, por lo que han alcanzado.

Es muy positivo que México tenga hoy un eficiente y sólido Sistema Bancario. Sólo haría falta que las instituciones extranjeras que operan en México como filiales se integren de manera plena a la economía y a la vida nacional. Para ese propósito sería muy recomendable que se inscriban en la Bolsa Mexicana de Valores, para que los mexicanos tengamos oportunidad de participar en su capitalización.

Doy nuevamente las gracias de la manera más efusiva a esta nueva generación de banqueros exitosos por recordar a sus viejos colegas.

Gracias por su atención.

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