En ese contexto, lo relevante ahora es que de todas maneras la concentración sí experimentó cambios. Se reduce ligeramente la tendencia venía observándose en el sistema en años recientes (gráfica 13). En el primer semestre de 2004 los cuatro principales bancos representaron el 67.5% de los activos del sistema, mientras que un año antes representaban el 70.5%. Resulta aventurado afirmar si esto constituye un cambio de rumbo, pero no deja de ser interesante, precisamente por lo que ocurre con los bancos que siguen en tamaño.
Lo que se observa es que gradualmente se abre una brecha entre los cuatro primeros bancos y el resto. Haciendo el cálculo de concentración para los seis principales bancos (como lo hemos realizado en otras ocasiones), constatamos que los ocupantes de los lugares 5° y 6° aportan cada vez menos en términos de los activos al sistema; se reduce su contribución, del 19.3% que representaban en 1998 a 13.7% en 2004 (al primer semestre). En la gráfica 13 se puede observar este comportamiento, como la diferencia entre las dos series de columnas. Esto podría representar una polarización en el grado de importancia entre las instituciones: por un lado las grandes y por otro las pequeñas. La competencia estaría produciendo una segmentación del mercado, sin visos de convergencia en el tamaño relativo de los participantes en este mercado. Convendría atender con mayor detalle esta circunstancia en el futuro.
Como parte de su labor–no solamente captar y prestar- la banca se involucra crecientemente en propiciar el entorno más favorable para su propio desempeño. En este sentido, con frecuencia asistimos a nuevas acciones desde el ámbito institucional; convenios de desarrollo, programas de modernización y cambios en la forma de operar, entre otros. Por lo numerosas, resaltaremos sólo algunas de las acciones más trascendentes.
Esta página
Capítulo completo
[ 19 páginas ]
[ 15 ] 
[ 15 ]